Frases de cabecera

-"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido." Malcolm X.

mayo 24, 2009

La Censura no Existe


Cuando a comienzos de los 80 un tal Juan Carlos Baglietto apareció en el escenario de un recital colectivo de MúsicaSiempre, en el club Boca Juniors, casi nadie lo conocía. Su aparición fue con una pequeña canción, de apenas un minuto y medio: "La Censura no existe". Por aquellos tiempos, la censura representaba a la dictadura y el "no existe" era una ironía sobre lo que se puede comunicar con el sólo hecho de ir eliminando una palabra de una frase. Una a una.
Pasaron los años y la dictadura no existe, pero la censura si. Durante 25 años de democracia hubo docenas de intentos por terminar con el decreto-Ley de Radiodifusión. En vano fueron las propuestas para elaborar y votar una nueva Ley, esta vez de la democracia y que contemplara el derecho a la información y a la expresión de todos los ciudadanos, no sólo de aquellos que se hicieron dueños de los medios. Durante 25 años todos los proyectos fueron guardados en el cajón de los recuerdos, no sin una dura presión -censura, que le dicen- por parte de los intereses económicos que se fueron apoderando de los medios.
Hoy, cuando un gobierno presenta un anteproyecto de Ley de Servicios Audiovisuales, la censura nuevamente no existe, apelando a la ironía de aquel tema de Baglietto. Desde que se hizo el anuncio oficial, allá por marzo último, se hicieron en todo el país una veintena de debates abiertos en los que participaron comunicadores, legisladores, políticos, empresarios, organizaciones populares y académicos de las más diversas tendencias. Cada uno hizo su aporte y formuló sus críticas. De todo lo que en los foros se habló, nadie reflejó una línea, nadie publicó una foto, reprodujo una declaración o emitió un video.
El más grave de los hechos que muestran hasta dónde llega esta censura que, naturalmente, no existe, es el debate sobre el anteproyecto que se realizó en el rectorado de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Allí no sólo participaron académicos y políticos de un amplio espectro ideológico, sino también los representantes de las cámaras empresarias del sector. Estuvieron los más poderosos, como ADEPA y ATVC, entre otros. Pero la censura, que no existe, fue tan cerrada que ni siquiera en un caso semejante, como un debate en el que participan sus máximos representantes, los medios quisieron hablar del tema. Toda declaración fue censurada, toda opinión fue ocultada, el hecho mismo fue ignorado como si nunca hubiera existido.
Lo más lamentable, es que ya no es una dictadura ni un Estado los que censuran. Ahora es la sociedad civil o, peor aún, los medios de comunicación que la sociedad ha concedido a grupos empresarios para que ellos mismos la censuren. Es triste, pero en la Argentina del siglo XXI -perdón por la cursilería- la censura no existe, la censura no, la censura.