Frases de cabecera

-"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido." Malcolm X.

mayo 19, 2011

Murieron 44 personas, no 22

Ayer murieron 44 personas, 22 en un accidente por la caída de un avión de la aerolínea Sol y otro tanto por los accidentes viales que se producen todos los días. Hoy todo volverá a la normalidad y sólo morirán 22 personas gracias a los “cazadores de peatones”, como denomina la asociación Luchemos por la Vida a los criminales en potencia que deambulan por las calles y rutas argentinas con sus bólidos de cuatro ruedas.

Una recorrida por las versiones online de todos los diarios de circulación nacional y la cobertura general de los medios muestra a una prensa que está “consternada” por el accidente o incidente, pero que recibe con gratitud las publicidades de las automotrices, que exaltan valores como “velocidad” y “potencia”. Si las publicidades de tabaco fueron prohibidas, ¿Por qué no prohibir las publicidades de automóviles que incitan a circular a altas velocidades? ¿No debería agregarse al menos la leyenda “circular a alta velocidad provoca 22 muertes por día”?

El enfoque no es nuevo ni exclusivamente local. En todo el mundo un accidente en el que los muertos aparecen al por mayor es un golpe más duro que las víctimas contadas por unidades pequeñas, día a día. Además, la impotencia de pilotos y pasajeros que en algún momento saben que morirán sin poder torcer su destino remite a cuestiones muy profundas de la mente humana. Pero no se puede ignorar que durante 2010 murieron en la Argentina 22 personas por día, un promedio al que habría que sumar los 328 heridos diarios, todos como consecuencia de los accidentes viales.

No por viejo el debate debería dejarse de lado, sobre todo ocho días después del lanzamiento mundial de una campaña de las Naciones Unidas (ONU), que declaró al período 2011-2020 como el Decenio de Acción para la Seguridad Vial. Los “accidentes” viales se producen cuando conductores de camiones y micros superan la velocidad admitida o viajan casi a la deriva por el sueño o la falta de medidas de seguridad adecuadas.

El otro factor de riesgo de accidentes viales es la alta velocidad de los automóviles, especialmente aquellos de marcas muy caras. Las razones por las cuales ocurren estos accidentes es que el confort interior de las marcas más lujosas genera una sensación de seguridad falsa, ya que a determinada velocidad el riesgo de siniestro aumenta exponencialmente, con sus consecuencias de choques y muerte.

Habría que agregarle que inevitablemente los automóviles circulan por las rutas no sólo a grandes velocidades sino también sin mantener la distancia mínima entre vehículos. Las normas viales dicen que deben pasar al menos tres segundos entre el paso de un auto y su inmediato seguidor, pero lo que ocurre en la realidad es que los conductores se acercan al vehículo anterior a menos de un segundo a velocidades superiores a los 120 kilómetros por hora. En términos concretos, en las rutas argentinas los conductores realizan una suerte de acoso de auto a auto, haciendo luces como si las rutas hubieran sido hechas para circular a 200 o 240 kilómetros por hora.

Finalmente, cuando un vehículo de una marca muy lujosa circula por una ruta o por una calle, los agentes de seguridad vial de las policías evitan el control, porque saben que puede pertenecer a un funcionario, a un ejecutivo de una empresa, magistrados y otros intocables. Los autos de lujo no son los únicos, pero sus conductores son los que más violan las normas viales.

Nadie denunciará a los cientos de pésimos conductores argentinos que circulan por las calles de las ciudades a no menos de 80 kilómetros por hora, que giran a 60 o 70 kilómetros por hora en las esquinas y que provocan muertes de peatones todos los días.

Los medios seguirán esperando que las alas de algún avión se congele o que un micro choque en alguna parte, para que los muertos lleguen al por mayor. Las fotos, los videos, los testimonios, las especulaciones infinitas sobre las causas del accidente horrorizarán a lectores y espectadores, pero las muertes anónimas que se producen todos los días continuarán sin que ningún diario, radio, canal de TV o medio de Internet se anime a denunciar la tragedia cotidiana. Denunciar no es regodearse con los testimonios sino investigar cómo, quiénes y por qué mueren 22 personas en cada uno de los 365 días del año.   

mayo 18, 2011

El acampe bajo la alfombra, el sexo en la portada



Las protestas en Madrid en contra del ajuste económico son ignoradas, algo que no ocurrió semanas atrás cuando se trataba de los gobernantes árabes, tal vez porque si ocurre en Europa, mejor guardarlo debajo de la alfombra. O de los ataques sexuales de un funcionario. Si el sexo no fuera un gran negocio no existirían la prostitución, la pornografía, la trata de personas, el acoso, las violaciones, la pedofilia santificada y otros fenómenos que la humanidad conoce casi desde que se bajó de los árboles. Pero además el negocio no existiría si no fuera acompañado por la represión, la censura y, sobre todo, la hipocresía. Es lo que suele aparecer en los medios de comunicación masiva cuando se tratan ciertos temas. Mientras el presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn hace las delicias de diarios, revistas, radios, TV e Internet, como si el personaje y sus enfermedades fuera más importante que el acoso de la entidad internacional contra países enteros, el economista Martín Lousteau es hoy más conocido por su relación con Juanita Viale que por haber sido el autor de la resolución 125 cuando era ministro de Economía.

La interna en el FMI entre los malos y los peores tenía hasta hace pocas horas a Dominique Strauss-Kahn como adalid de los funcionarios internacionales que tenían más reparos para concretar el acoso contra los países europeos que desde 2007 vienen saliendo del sueño de las hipotecas infinitas y pasan de crisis en crisis.

Los” halcones” y las “palomas” del FMI –policías malos y policías buenos- discuten hoy cómo impondrán el ajuste económico en Grecia, pero todas las tapas de los diarios argentinos se ocupan de las andanzas sexuales de Strauss-Kahn y de las declaraciones de Martín Lousteau, quien salió a quejarse de que los medios invaden su privacidad desde que se convirtió en un protagonista del espectáculo porteño.

No hay que ser demasiado perspicaz para ver cómo los medios presentan su agenda: Clarín, La Nación, Perfil e Infobae colocan en sus portadas online a Strauss-Kahn y Lousteau, pero ignoran lo que está ocurriendo en España, donde el ajuste impuesto por el organismo presidido por el ahora ex candidato presidencial del socialismo francés y aceptado sumisamente por el gobierno de Zapatero provoca una reacción que algunos medios internacionales asimilan a las protestas de 2001 en la Argentina y otros a los levantamientos en Egipto. El “acampe”, es una suerte de movilización de quienes dicen “si no tenemos trabajo ni casa ni futuro, mejor  nos quedamos acá” y se instalan en plazas públicas para dar a conocer su protesta contra el ajuste. Esta mañana ya había más de 40 acampes en distintos puntos de España, pero al parecer para los medios argentinos lo que tiene importancia es el acoso sexual del presidente del FMI. No se trata de defender al acosador sexual, sino de observar cómo detrás de su brutalidad se oculta algo mucho más extendido, que es el uso del poder para someter al prójimo.

mayo 17, 2011

Las telecomunicaciones e Internet festejan el aniversario con su bisabuelo, el telégrafo.

Hoy algunos hablarán y escribirán mucho sobre el día de Internet, y otros sobre el día de las telecomunicaciones, pero deberíamos admitir que la fecha está más vinculada con el telégrafo. En la historia de la humanidad los inventos no surgen de la nada sino que son el producto de un largo y complejo proceso de creación y apropiación social. Podría decirse que el bisabuelo de Internet se llama Telégrafo y que tal vez el abuelo sea el fonógrafo y el padre sea el teléfono. Todos tienen mucho que ver con la fecha de hoy. El hecho real es que el 17 de mayo se conmemora la fundación en París de la primera organización intergubernamental de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Internacional de Telégrafos (UIT) que en 1934 se convirtió en Unión Internacional de las Telecomunicaciones. Conocida también por su sigla en inglés como ITU, la entidad resolvió en 1973 designar la fecha como día internacional de las telecomunicaciones y en 2006 lo declaró también como día de la Sociedad de la Información.

Con 192 estados miembros y 700 asociados –entre ellos las grandes empresas que juegan en el sector- la UIT tiene cuatro áreas de trabajo: Radiocomunicaciones, que se ocupa de las regulaciones internacionales en materia de radiofrecuencias y satélites; Normalización, que entre otras funciones tiene la de elaborar normas referidas al sector; Desarrollo, creada para “contribuir a difundir el acceso equitativo, sostenible y con un costo razonable a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)”; y Telecom, que es una suerte de foro en el que interactúan desde los ministros específicos hasta las grandes empresas y especialistas para intercambiar propuestas y opiniones sobre el futuro de las telecomunicaciones y la Sociedad de la Información.

Aparentemente, para los países periféricos -que en la jerga culposa elaborada por los países centrales en los años 60 se conocen como “en vías de desarrollo”- el área más importante de la UIT es precisamente el de Desarrollo, porque su propósito es contribuir a reducir la brecha digital. Pero la brecha digital no sólo es brutal entre los países industrializados y los exportadores de materias primas sino también hacia el interior de cada país, entre los sectores favorecidos por el reparto de la riqueza y los marginados, tanto en los países centrales como en los periféricos.

También son importantes para países como los de Africa o de América latina los debates en el seno de otras áreas de la UIT, como la normalización, dado que las normas siempre favorecen a las industrias de los países industrializados que pugnan por imponer sus tecnologías y abortar todo desarrollo en los países subdesarrollados. Bastaría con revisar la historia de la Argentina y leer a grandes investigadores, desde Raúl Scalabrini Ortiz a Manuel Sadosky o, en el terreno de la economía, a Eduardo Basualdo o Mario Rapoport, para ver cómo cada intento de desarrollo tecnológico independiente derivó en golpes de Estado, desacreditaciones políticas, maniobras económicas y siempre el reemplazo de la tecnología local por la importada.

Defensa, Gobierno, Internet, su ruta.
Creada por las fuerzas armadas estadounidenses en los años 50, en plena Guerra Fría, lo que hoy conocemos como Internet tuvo el fin de preservar información estratégica ante un eventual ataque desde la Unión Soviética. El sistema evolucionó, pasó a abrirse a los gobiernos y al sector académico, hasta que en la década del 90 Internet fue abierta al mundo del comercio, las empresas y los usuarios individuales, con lo cual se convirtió en un nuevo medio de comunicación, con la particularidad de servir al mismo tiempo de soporte para los medios históricamente anteriores, como los diarios, la radio y la TV.

Como todos los inventos, tiene su historia y puede tener su final o su transformación en otra cosa, todo depende de la apropiación social. Pero ya forma parte de la historia de la humanidad y de la evolución de los medios de comunicación. Desde aquellos primeros sonidos guturales emitidos por el hombre para interactuar con sus congéneres hasta los tuits (así los mencionan los académicos españoles) o los mensajes en cualquier otra red, sea de texto, sonido, imágenes o videos, ha pasado un largo trecho y todavía hay mucho por venir. Lo que nunca estará garantizado es el reparto, que es responsabilidad de los pueblos y sus gobiernos.

mayo 16, 2011

Operaciones mediáticas en Venezuela

En la Argentina, como en el resto de América latina donde los medios de comunicación se concentraron y luego fueron adquiridos total o parcialmente por grupos financieros del exterior, la libertad de prensa es exhibida como una barrera para ocultar los intereses económicos y políticos de los grupos dominantes. Para los medios argentinos Hugo Chávez es un cuco al que se acusa de cualquier maldad contra los medios, en una lamentable repetición de lo que se dice en Venezuela, donde los medios venezolanos pueden expresarse con total libertad, mucha más de la que gozarían en los países del llamado Primer Mundo. El caso más grave fue en 2002, cuando promovieron y apoyaron el golpe de Estado contra el presidente constitucional. Rescatamos un análisis interesante publicado en la revista Diálogos, de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación (FELAFACS), que surge de un estudio sobre lo ocurrido durante el golpe de Estado contra el gobierno venezolano en 2002.

El golpe de Estado que intentó derrocar al gobierno de Hugo Chávez en Abril de 2002 no ha sido, pues, una elección azarosa, este nos proporciona, por el contrario, más de una clave para echar luz sobre la controvertida relación entre democracia y medios de comunicación.

Para ello hemos considerado necesario articular el trabajo en dos momentos. En el primero, se analizarán las causas sociales, políticas y económicas que dieron lugar al golpe de Estado y la forma en que este fue llevado a cabo, teniendo en cuenta los ejes que, a nuestro entender, resultan cruciales a la hora de abordar el acontecimiento histórico.  En un segundo momento, se esbozará un análisis teórico, que tendrá a los medios de comunicación como protagonistas y a la opinión pública como complemento para el análisis, ambos examinados desde su relación con el devenir democrático venezolano. Para esto nos centraremos fundamentalmente en dos autores: Monzón Arribas y Eliseo Verón.

¿Pueden los medios de comunicación brindar noticias completamente objetivas?, ¿es la neutralidad un valor a alcanzar? Estamos convencidas que la completa objetividad es imposible, siendo que siempre existe una toma de postura de los medios de comunicación respecto de las diversas cuestiones que informan. Sin embargo, esto no equivale a aceptar que los intereses políticos de un grupo determinado se resguarden bajo la bandera de la subjetividad. El abordaje periodístico del Golpe de Estado de 2002, lejos de haber expresado una mera interpretación de los sucesos acontecidos, ha llevado a cabo una deformación de los mismos, creando así una realidad social que no ha hecho más que engañar a la ciudadanía venezolana, atacando de forma perversa a la democracia. Es en repudio a los acontecimientos sucedidos entre el 11 y el 13 de abril de 2002 que se redacta este artículo.

- Antecedentes al Golpe de Estado de 2002

América del Sur está atravesando una etapa de profundas transformaciones, y Venezuela, sin duda, es protagonista y precursora de este proceso, ya que la aparición de Hugo Chávez Frías en el escenario político marca un punto de partida respecto de la aparición de los “nuevos líderes políticos”. Visiblemente el modelo neoliberal característico de la década de los ´90 está en plena decadencia, y en lugar de gobiernos que apuestan a una economía basada en el mercado, nos encontramos con un retorno del estado al centro de la escena.

Una característica que distingue a esta nueva etapa es la caída de los partidos políticos tradicionales que gobernaron estos países en las últimas décadas del siglo pasado. En Venezuela, estos partidos tradicionales eran AD (Acción Democrática) y COPEI (Partido Demócrata Cristiano) los cuales se vieron desplazados del escenario político por una nueva fuerza, “La V República” que cambió radicalmente su interlocutor, no teniendo ya como objetivo beneficiar al empresariado, sino que su discurso se dirigiría directamente al pueblo. El establishment tradicional colmó de corrupción al gobierno y generó un alejamiento de la ciudadanía respecto de la política, quedando ésta únicamente al servicio de los negocios sucios de unos pocos.

Inestabilidad, corrupción, pactos políticos y económicos que no hacían más que enriquecer a unos pocos y empobrecer a unos muchos, llevaron al pueblo al hartazgo, el cual se materializo en el famoso “Caracazo” (1989), una manifestación popular en rechazo al “paquete económico” neoliberal impuesto por el presidente Carlos Andrés Pérez, la cual terminó en intentos de saqueo, represión militar y una gran ola de violencia. El contundente “basta” del pueblo que recreó el Caracazo, marcó el comienzo de una nueva etapa en Venezuela.

El agotamiento y declive del típico mecanismo partidario se produjo primero, por un deterioro al interior de los mismos, lo cual generó luego, una desconexión y cierta desvinculación entre los partidos, el pueblo y la propia opinión pública. Una serie de transformaciones sociales y económicas y el surgimiento de nuevos sectores sociales, han afectado los partidos políticos tradicionales, quienes no sabiendo como adaptarse a esto, generaron su propio deterioro llevando a una disminución de la identificación partidaria.

El surgimiento de nuevas formas de acción colectiva se articula con el fin de subsanar los problemas de representatividad y canalización de ciertos intereses y demandas de un colectivo insatisfecho que ha comenzado a cuestionar la política tradicional. Los partidos políticos en Venezuela, desde la instauración del llamado “Pacto de Punto Fijo”  hasta la segunda victoria de Caldera, en 1993, demostraron tener durante casi cuatro décadas el monopolio y la alternancia en el poder. Sin embargo, en 1998, con la llegada a la presidencia de Chávez, se produjeron cambios significativos en el sistema de partidos y en la correlación de fuerzas. Los partidos tradicionales, completamente debilitados, perdieron su estabilidad política garantizada por ese nefasto pacto, resultando triunfadora de las elecciones una fuerza nueva que vino a representar a las clases más pobres de Venezuela. Con el gobierno de Chávez acontece una explosión de la actividad política en todos los sectores de la sociedad. Este fenómeno sería caracterizado por Monzón Arribas como un ensanchamiento del público político, entendiendo como público a aquella parte del pueblo preocupada por los asuntos comunes, que hace públicos, visibles sus pensamientos al resto de la sociedad. Hugo Chávez fue generando, progresivamente, un crecimiento de la actividad política entre las clases más pobres, antes sumamente desinformadas y desinteresadas acerca de los devenires del poder.

Comprender este proceso, el cual fue extremadamente resumido en las líneas anteriores, es determinante para comprender las causas y los motivos que llevaron a la oposición a realizar un Golpe de Estado al presidente constitucional Hugo Chávez en el año 2002. Estas transformaciones en el campo político, que generaron el traspaso de poder de un grupo a otro, dejaron como resultado ganadores y perdedores. Los típicos partidos políticos que caracterizaron la historia de este país se encontraron en ruinas, sin legitimidad ni ningún tipo de respaldo. El pueblo pedía a gritos nuevas alternativas y en este contexto surge Chávez, en explícita oposición al resto. Por lo tanto, estos actores políticos que resultaron “perdedores” en esta redistribución del poder, se encuentran constantemente operando por lo bajo contra el nuevo gobierno para deslegitimarlo, debilitarlo y encontrar el momento justo para destituirlo.
Autoras:
Mariana Pereyra: Estudiante de quinto año de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, investigadora estudiante del proyecto “Institucionalización y profesionalización de la sociología en Argentina”, UBACyT (S425); artículo publicado “La Revolución Democrática del MAS” revista DEMOS PARTICIPATIVA septiembre de 2008.
Lucía Pinto: Estudiante de quinto año de la Carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, voluntaria en Área de Gestión de Proyectos de Fundación Metáfora para la Cooperación Internacional y el Desarrollo Sustentable.

Se puede leer el artículo completo en el sitio de Diálogos