Hoy algunos hablarán y escribirán mucho sobre el día de Internet, y otros sobre el día de las telecomunicaciones, pero deberíamos admitir que la fecha está más vinculada con el telégrafo. En la historia de la humanidad los inventos no surgen de la nada sino que son el producto de un largo y complejo proceso de creación y apropiación social. Podría decirse que el bisabuelo de Internet se llama Telégrafo y que tal vez el abuelo sea el fonógrafo y el padre sea el teléfono. Todos tienen mucho que ver con la fecha de hoy. El hecho real es que el 17 de mayo se conmemora la fundación en París de la primera organización intergubernamental de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Internacional de Telégrafos (UIT) que en 1934 se convirtió en Unión Internacional de las Telecomunicaciones. Conocida también por su sigla en inglés como ITU, la entidad resolvió en 1973 designar la fecha como día internacional de las telecomunicaciones y en 2006 lo declaró también como día de la Sociedad de la Información.
Con 192 estados miembros y 700 asociados –entre ellos las grandes empresas que juegan en el sector- la UIT tiene cuatro áreas de trabajo: Radiocomunicaciones, que se ocupa de las regulaciones internacionales en materia de radiofrecuencias y satélites; Normalización, que entre otras funciones tiene la de elaborar normas referidas al sector; Desarrollo, creada para “contribuir a difundir el acceso equitativo, sostenible y con un costo razonable a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)”; y Telecom, que es una suerte de foro en el que interactúan desde los ministros específicos hasta las grandes empresas y especialistas para intercambiar propuestas y opiniones sobre el futuro de las telecomunicaciones y la Sociedad de la Información.
Aparentemente, para los países periféricos -que en la jerga culposa elaborada por los países centrales en los años 60 se conocen como “en vías de desarrollo”- el área más importante de la UIT es precisamente el de Desarrollo, porque su propósito es contribuir a reducir la brecha digital. Pero la brecha digital no sólo es brutal entre los países industrializados y los exportadores de materias primas sino también hacia el interior de cada país, entre los sectores favorecidos por el reparto de la riqueza y los marginados, tanto en los países centrales como en los periféricos.
También son importantes para países como los de Africa o de América latina los debates en el seno de otras áreas de la UIT, como la normalización, dado que las normas siempre favorecen a las industrias de los países industrializados que pugnan por imponer sus tecnologías y abortar todo desarrollo en los países subdesarrollados. Bastaría con revisar la historia de la Argentina y leer a grandes investigadores, desde Raúl Scalabrini Ortiz a Manuel Sadosky o, en el terreno de la economía, a Eduardo Basualdo o Mario Rapoport, para ver cómo cada intento de desarrollo tecnológico independiente derivó en golpes de Estado, desacreditaciones políticas, maniobras económicas y siempre el reemplazo de la tecnología local por la importada.
Defensa, Gobierno, Internet, su ruta.
Creada por las fuerzas armadas estadounidenses en los años 50, en plena Guerra Fría, lo que hoy conocemos como Internet tuvo el fin de preservar información estratégica ante un eventual ataque desde la Unión Soviética. El sistema evolucionó, pasó a abrirse a los gobiernos y al sector académico, hasta que en la década del 90 Internet fue abierta al mundo del comercio, las empresas y los usuarios individuales, con lo cual se convirtió en un nuevo medio de comunicación, con la particularidad de servir al mismo tiempo de soporte para los medios históricamente anteriores, como los diarios, la radio y la TV.
Como todos los inventos, tiene su historia y puede tener su final o su transformación en otra cosa, todo depende de la apropiación social. Pero ya forma parte de la historia de la humanidad y de la evolución de los medios de comunicación. Desde aquellos primeros sonidos guturales emitidos por el hombre para interactuar con sus congéneres hasta los tuits (así los mencionan los académicos españoles) o los mensajes en cualquier otra red, sea de texto, sonido, imágenes o videos, ha pasado un largo trecho y todavía hay mucho por venir. Lo que nunca estará garantizado es el reparto, que es responsabilidad de los pueblos y sus gobiernos.
Como todos los inventos, tiene su historia y puede tener su final o su transformación en otra cosa, todo depende de la apropiación social. Pero ya forma parte de la historia de la humanidad y de la evolución de los medios de comunicación. Desde aquellos primeros sonidos guturales emitidos por el hombre para interactuar con sus congéneres hasta los tuits (así los mencionan los académicos españoles) o los mensajes en cualquier otra red, sea de texto, sonido, imágenes o videos, ha pasado un largo trecho y todavía hay mucho por venir. Lo que nunca estará garantizado es el reparto, que es responsabilidad de los pueblos y sus gobiernos.