Frases de cabecera

-"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido." Malcolm X.

diciembre 08, 2010

Libertad de expresión: Miles de argentinos contra miles de dólares

Este martes 7 se hizo el acto multitudinario por la libertad de expresión que organizó la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular (CCNP) en el teatro ND/Ateneo, con la participación de más de 2.500 personas. Reproducimos las crónicas del acto que hicieron los colegas que administran la página de la CCNP. La CCNP se había lanzado oficialmente durante un encuentro que en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora realizaron las carreras de Comunicación de casi todo el país.


Gabriel Mariotto encabezó un multitudinario acto organizado por la CCNP. “No podemos dar un paso atrás, debemos seguir transitando por este camino”, dijo el presidente del AFSCA al expresar su pleno apoyo a la conducción de Cristina Fernández.

Más de 2.500 personas participaron este martes del acto de la Corriente por una Comunicación Nacional, Popular y Democrática (CCNP), desbordando completamente la capacidad del teatro porteño ND/Ateneo.
Funcionarios, legisladores, dirigentes políticos, gremiales y sociales, representantes de organizaciones de derechos humanos, referentes de la culturas y militantes se acomodaron dentro y fuera del teatro para escuchar las palabras de Gabriel Mariotto, principal referente de este espacio que reconoce a la comunicación popular como herramienta de construcción política.

“Estamos viviendo una nueva patria, un destino de justicia social que se recupera después de la crisis de 2001, cuando Néstor Kirchner toma la bandera y le dice a Perón que tenía razón, que el pueblo recupera la construcción, recupera los ideales, recupera la cultura, que lucha y que acepta desafíos”, dijo el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, mientras estallaban los aplausos.

A modo de reseña, Mariotto recordó que “en las plataformas electorales de 1983 de la UCR y del PJ, se hablaba de reemplazar a la ley de radiodifusión de la dictadura por una de nuestro tiempo. Pero se tardó 25 años en conseguirlo, porque en el medio pasaron gobiernos que fueron sometidos por los poderes económicos, o no tuvieron la convicción para avanzar”.

“Durante todos esos años la agenda fue mediática, y la política se retiró de los lugares de decisión. Se cumplió lo que decía (el ex diputado nacional de la UCR, Raúl) Baglini, con su teorema de que cuando un político más se acercaba al poder, más lejos estaba de sus convicciones”, agregó y afirmó que “en esa época valía más un punto de rating que diez Plazas de Mayo llenas; y los políticos hasta se hacían los dientes para aparecer en la tele”.

“Pero Néstor Kirchner cambió el teorema de Baglini, y cumplió con su promesa de no dejar las convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno. Y más allá de que uno esté o no de acuerdo con los ideales, vale la pena militar e involucrarse”, resaltó Mariotto.

Para completar la idea, señaló que “durante años los monopolios condicionaron a los políticos y a los gobiernos para que no se cambiara la ley de radiodifusión”.

“Y la ley de medios generó este espacio de militancia: hoy tenemos más de 15.000 carpetas en la Autoridad de Aplicación de la ley de medios, que esperan para que haya más pluralidad y más diversidad de voces”, dijo más adelante.

“Queremos que sigan los medios del sistema, aunque intenten hacernos creer que tienen problemas financieros, porque nadie quiere censurar voces, pero con pluralidad y diversidad, porque se terminó la foto que mostraba pocos medios en la República Argentina, y el verdadero desafío es llenar de contenidos todas las ventanas que se van a abrir”, explicó Mariotto.

En el terreno político, Mariotto aseveró que “Néstor Kirchner demostró que otro país era posible, con transformación e inclusión, y recuperó la bandera que dejó Perón”.

“Faltan muchas cosas por hacer, pero vamos a defender todo lo que hicimos; porque nos llena de satisfacción ver a una mujer como Cristina conduciendo este proceso”, sostuvo el funcionario.

Mariotto compartió el escenario con el legislador Juan Cabandié, el líder de la Cámpora, Andres “Cuervo” Larroque, y el titular de la JP bonaerense, José Ottavis, a quienes reivindicó como representantes de la juventud.

“Los jóvenes recuperan mística, recuperan militancia cuando se cuestionan poderes porque hay un proyecto que incluye y hay un proyecto de justicia social. Hoy estamos asistiendo a un momento trascendente de nuestra patria. Después del dolor que nos causó la pérdida del jefe, la pérdida de Néstor, ese dolor que desbordó las calles y que se transformó en amor y en fuerza, no podemos dar un paso atrás, debemos seguir transitando por este camino, debemos acompañar a Cristina”, dijo el funcionario.

En este camino, la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular “aporta un granito de organización”, según las propias palabras de Mariotto. Un aporte que no es menor de cara a un año clave como el 2011, en el que diversas fuerzas populares apostarán por la continuidad de un proceso transformador, democrático e inclusivo.

La presencia juvenil 
La juventud de la Corriente colmó el teatro ND/Ateneo y también sus inmediaciones. Banderas, cantos y mucha pasión fueron el denominador común de una jornada en la que se volvió a demostrar una fuerte capacidad de repudio contra los grandes grupos monopólicos.

El centro de la escena fue el acto que sirvió para confirmar a la Corriente de Comunicación Nacional, Popular y Democrática como un nuevo espacio de expresión y organización que convoca a un gran número de jóvenes.

Con banderas, bombos, y a puro cántico, se acercaron al teatro porteño ND/Ateneo para dar muestra de militancia, lucha y esperanza por esta construcción política nacida a partir de la nueva Ley de Medios Audiovisuales.

“Era muy necesario que se forme una nueva corriente que no se jacte de ser independiente, sino totalmente politizada, comprometida con un proyecto de país. Desde los monopolios siempre se bajó una línea en contra de los procesos populares y pregonando cierta independencia que no existe. Nosotros creemos en una corriente que tiene que formar a la ciudadanía, que tiene proyectos que debatir y que debe ayudar a profundizar este modelo que se está viviendo”, aseguró Facundo Matienzo que llegó desde Cañuelas para participar de un proceso del que se siente parte.

En tanto, Aldana Avendaño, estudiante de Comunicación en la Universidad de Lomas de Zamora, resaltó: “Es fundamental apoyar no solo la Ley de Medios, sino que contribuir en la producción de contenidos para colaborar en ampliar el espectro de voces que se pueda llegar a escuchar de acá en adelante. Pienso en mi mamá, mi abuela, mi hermana, gente ajena a la comunicación, que tenga las herramientas básicas para que puedan expresarse y comprender que la realidad que manifiestan los medios no es la verdad absoluta”.

Fue en este marco que llegaron las críticas al modelo comunicativo establecido por los grandes monopolios.

“Crecí mirando a TN y tenía otra visión siempre de las cosas, hasta que empecé a ver la otra campana y me di cuenta que desde el monopolio a uno lo toman de tarado. Te muestran las cosas tan desvirtuadas de la realidad, que uno se sorprende de la falta de vergüenza que tienen”, opinó Agustina Rodríguez de Capital Federal.

Además, todos dejaron bien en claro que, a pesar de los obstáculos judiciales, la ley de la democracia seguirá en plena vigencia y que tarde o temprano se podrán aplicar todos sus artículos.

“Cuesta mucho, el imperio de los monopolios es muy difícil de terminar en poco tiempo. Son más de treinta años y eso de un plumazo no se borra. Nosotros con la gente vamos a lograr que se implemente esta ley”, afirmó Juan Pablo Ceballos de Parque Patricios.

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Verbitsky 3x4
El periodista y titular del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) Horacio Verbitsky presentó durante el acto de anoche en el ND/Ateneo un conjunto de tres propuestas para profundizar la libertad de expresión. Según la crónica de hoy de Página 12: "Hace falta 'la inclusión de una cláusula de conciencia, por la cual los periodistas no puedan ser obligados a escribir nada que contraríe sus convicciones', propuso Verbitsky, y agregó que se necesitaba también una 'ley que recoja el derecho a rectificación, que forma parte de la Convención Americana de los Derechos Humanos y que tiene rango constitucional, pero que no se ha logrado aplicar'. Además, solicitó que se sancionara una ley de acceso a la información pública y leyó un artículo del Programa Internacional de Desarrollo de las Comunicaciones de la Unesco en el que se impulsa la regulación y el desarrollo de políticas que promuevan la desinversión cuando la concentración de medios afecte el pluralismo y la diversidad, para dejar en claro que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se ajusta incluso al derecho internacional."
Vamos a agregar una cuarta demanda: Que se termine con la precarización de los periodistas, que convierte a las empresas de prensa en dueñas a discreción de los artículos que "acceden" a publicar a los periodistas víctimas de la exclusión y el trabajo en negro.

diciembre 07, 2010

Corriente por una Comunicación Nacional y Popular

Hoy martes a las 19 vamos a defender la libertad de expresión, en serio, no la de las corporaciones financieras que se apropiaron de los medios, explotan trabajadores de prensa en negro a través de las "colaboraciones", "tercerizaciones", "contratos", "alquiler de espacios" y otros sistemas, mientras operan como partido político en las sombras.

Es en el ND/Ateneo, Paraguay 918. Convoca la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular, que incluye a periodistas y otros comunicadores de todo el país y carreras de comunicación de 14 universidades nacionales y una privada. 

Como va a haber mucha gente, se van a habilitar pantallas gigantes en la calle, para que nadie se pierda nada.

diciembre 05, 2010

La respuesta de Héctor Sánchez

Presentamos la reproducción de un cable firmado por Héctor Sánchez el miércoles pasado, 1 de diciembre. Según el periodista de Télam, la nota fue el detonante de un artículo que se publicó dos días después, en la página 48 de Clarín, con acusaciones hacia su persona:

La embajada y la prensa canalla
El escándalo desatado a partir de la divulgación de cables y archivos elaborados por diversas embajadas de los Estados Unidos en buena parte del mundo, pone una vez más sobre el tapete el rol que cumple el cuerpo diplomático de la que aún es la principal potencia militar, económica y tecnológica del planeta.

Las obviedades de esos informes muestran que espías e informantes del país más poderoso del mundo se basan en tapas y notas de diarios y revistas sin credibilidad posible, desacreditados por la realidad que los acorrala, y por la gran deserción de lectores y clientes que durante tantos años les creyeron.

Parece un chiste de un mal programa de TV, y será por eso que este episodio debería ser conducido por chimenteros que dicen ser periodistas, y que como único bagaje a exhibir tienen la propensión despreciable de la delación, la violación de la intimidad y las alcahueterías que puedan contarles los solícitos alcahuetes de turno de cualquier actividad.

Así, estas versiones (y perversiones) impublicables de la prensa canalla languidecen desde hace tiempo en los atados de revistas que los quioscos devuelven, o en páginas de diarios que en un pasado no muy lejano batían records de ventas, especialmente los domingos, y que hoy pierden lectores compradores de a miles.

Pero como nada se pierde y todo se transforma -vaya de este modo el recuerdo y homenaje para aquella sección que en la revista Humor llevaba adelante el gran periodista Aquiles Fabregat, recientemente fallecido- parece que los espías de esta pobre novela sí le dan crédito a la prensa canalla.

Entonces resulta que en América Latina, Europa y tal vez también en Marte, las fuentes de informaciones han mutado de tal manera que ahora son los empresarios de los grandes medios comerciales de comunicación, y sus lenguaraces todo terreno de fabulosos ingresos mensuales, quienes fijan la agenda que después aburridos burócratas de escritorio transforman en informes secretos.

A esta altura se hace imperioso decirlo: cuánto extrañamos al James Bond del cine de barrio de nuestra infancia, aquel que sólo con la mirada de Sean Connery, o después con la astucia de Roger Moore, se las arreglaban para informar cosas que la ficción mostraba como serias, y que comparadas con este bochorno, eran serias. Y ni hablar del Superagente 86, que a la hora de la merienda nos hacía reir en grande, mientras estos monos con navaja dan un poco de pena, y un mucho de asco.

Apenas un puñado de cables sobre decenas de miles han servido, sin embargo, para reafirmar aquellos conceptos sobre "La Embajada" y la política exterior estadounidense, esos que cuando desde el campo popular eran y son sostenidos sobre la base de la realidad, prensa canalla y políticos del sistema que ahora se autodefinen como "La Oposición" coincidían en desechar por "antiguos, en mundo que ha cambiado".

Pues resulta que esos mismos políticos, revelan los cables divulgados por Wikileaks, son los que hacían cola en una embajada que supuestamente ya no espiaba "porque el mundo ha cambiado", y según esas mismas fuentes, en estas pampas la delegación estaba encabezada por la diputada Elisa Carrió.

Y esa prensa canalla es el lugar donde se repoducían y reproducen infamias y ficciones que después levantan espías que no podrían atarle los cordones de los zapatos a aquellos de nuestros cines de barrio.

Esta etapa degradante de la política estadounidense, en donde la ultraderecha del Tea Party le marca la cancha al presidente Obama cada día un poco más, se merece tal vez a estos espías de poca monta que cumplen de todos modos órdenes precisas para continuar con aquella vieja política imperial.

Y la prensa canalla de los grandes medios comerciales seguirá siendo el aparato reproductor de ese diagrama infame, en donde diversos pueblos del mundo padecen los temblores que derivan del trabajo de "La Embajada", y de ninguna manera de un sitio de internet que los desenmascare y lo divulgue. Casi a la medida de grises chimenteros que ni siquiera ensucian al periodismo, porque está claro que no lo son.(Télam)
hos-jab