Hoy vamos a Atlanta (Humboldt al 300) con nuestro documento, el carné de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y el comprobante de los pagos actualizados o el último recibo de sueldo, para participar de la Asamblea Extraordinaria del gremio. Todas las agrupaciones opositoras se unieron para que la Junta Electoral no quede en las manos únicas de quienes hoy manejan la UTPBA y la obra social. Esperemos que la asamblea levante las manos para votar una junta pluralista que garantice unas elecciones limpias.
Desde este blog venimos denunciando la precarización de los periodistas, el uso y abuso del sistema de colaboraciones y la marginación de los trabajadores "sub 24", aquellos que son mantenidos como meros proveedores de servicios y se les impide que cumplan con la colaboración 24 para acceder al purgatorio laboral. Hasta ahora el gremio ha descuidado a los colaboradores, a los que derivó a una comisión cuyos resultados son nulos. Mientras tanto, en las empresas hay aumentos de sueldos pero los colaboradores cobran lo mismo que hace siete u ocho años, o lo que se le antoje al empresario. Para colmo, cada vez que hay un cierre o despidos, los primeros en caer son los colaboradores, por quienes nadie reclama, en muchos casos ni siquiera las propias comisiones internas. El juicio laboral se convierte en la única forma de probar que el trabajador Sub 24 es un trabajador y de allí no se vuelve, porque los medios están en cuatro o cinco manos, manos que se lavan una a la otra.
Esta situación es producto de la precarización contra la cual el gremio no tuvo una posición firme, sino que se adaptó y dejó hacer. Es una conducción integrada por sindicalistas que más allá de sus buenas intenciones erraron el rumbo y jugaron un papel secundario y timorato. Si la UTPBA va a ser nuevamente un gremio en serio, deberá impulsar un convenio renovado, unas paritarias del siglo XXI y sobre todo debe ocuparse con ganas de los trabajadores de prensa sometidos a la alienación y la marginalidad.
Como ya hemos dicho, vale quejarse durante todo el año de la ausencia notoria del gremio, del deterioro cotidiano de la obra social y de la falta de una política clara para los trabajadores de prensa, pero hay veces en las que llega el momento de expresarse en carne y hueso y allí no hay excusas. Hoy los periodistas tendremos la posibilidad de definir quiénes formarán parte de la Junta Electoral y ya sabemos lo que significa una Junta Electoral pluralista para una votación democrática. A no fallar, porque el que calla, otorga.
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