Periodismo: Los galeotantes

(Por Rubén Levenberg) Hace algunos años, allá por fines de la década del 80 del siglo pasado, en algunas redacciones fueron tomados alumnos de instituciones educativas para que hicieran sus prácticas. Aprendían, rotaban por todas las secciones, estaban seis meses y se iban a continuar con sus estudios. Muchos de ellos se incorporaron finalmente como trabajadores y hoy hay más de un periodista -sobre todo de los que pasaron por el diario Página 12- que provenían de TEA o de la Universidad de Lomas de Zamora, que se convirtieron en periodistas experimentados y de calidad.

Cuando desde comienzos de los años 90 y sobre todo cuando a mediados de la década se impuso el criterio de flexibilización laboral mediante contratos basura, sistemas de colaboración con factura de monotributista que encubrían -encubren hoy, en 2010- trabajo precario sin salario ni beneficios sociales, las "pasantías" se convirtieron en una suerte de eufemismo que significaba: "Traigo un estudiante de alguna universidad o terciario, no le pago un peso, trabaja para mi y encima cuando quiero me lo saco de encima". Algunas universidades públicas se negaron a semejante explotación y otras, sobre todo las privadas, salieron a ofrecer a "sus alumnos" como si fueran mercancía para sacarle provecho.

Fue así que nació la categoría que bautizamos con un neologismo: Galeotes + Pasantes= Galeotantes. Chicos y chicas que trabajan todo por dos pesos y son eternamente precarios, salvo que los defienda algún gremio. El de los periodistas no se ocupa -la UTPBA no creé en el gremialismo- y en algunos casos actuaron las propias universidades y los centros de estudiantes para reclamar que no se siguiera usando a los pasantes de Galeotantes.

Mientras tanto, las empresas viejas y nuevas, privadas y públicas (vinculadas al Estado) cada vez que toman  personal estable, asalariado, con vacaciones, aguinaldo y otros derechos sociales, buscan y eligen a los periodistas que ya tienen salario, vacaciones, aguinaldo y otros derechos sociales. Así hay periodistas con dos o tres salarios y periodistas que son "colaboradores" o "Galeotantes". El ajuste, la expulsión de mano de obra calificada, la incorporación de miles de jóvenes al mercado de no-trabajo y la caída de la lectura de los diarios hicieron el resto. Seguiremos contando algunas historias de la precarización laboral de los periodistas en la Argentina.