Frases de cabecera

-"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido." Malcolm X.

marzo 01, 2013

Periodismo, infoentretenimiento y decadencia




Presentamos un artículo de José Luis Dader publicado en Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, que se focaliza en los síntomas del deterioro de la actividad profesional del periodismo y en su gradual pérdida de ciudadanía. Un trabajo para leer y debatir.
Julio 2010 - Nueva Revista número 128

Por José Luis Dader. El tratamiento sectario y apasionado de los temas políticos y el abuso de contenidos banales y espectaculares dominan en la actual cobertura mediática. Falta una identidad profesional bien definida y eso debilita la independencia de los periodistas y confunde el periodismo con diversas prácticas de infoentretenimiento y relaciones públicas.

El periodismo atraviesa quizá su peor momento a escala global, justo cuando la globalización del tráfico de mensajes parece más incuestionable. Por nefasta paradoja, la sociedad de la información podría lograrse a cambio de una sociedad sin periodismo, lo que significa sin conciencia de sus propias desgracias, de los factores que las causan y de las vías para superarlas.

El deterioro del periodismo es paralelo a la pérdida de audiencia de los medios clásicos, cada vez más presionados por nuevas formas de comunicación digital, de ‘prensa gratuita’ y hasta del espontáneo ‘periodismo ciudadano’. La desaparición de la vieja prensa, que algún experto ha vaticinado para el 2044, no debiera preocuparnos demasiado si es sólo el soporte del papel lo que se esfuma. La verdadera amenaza es que desaparezca el propio PERIODISMO.

No es una conjetura apocalíptica. Su desaparición depende más del abandono de sus fundamentos profesionales que de factores en realidad secundarios, como la competencia, otras fórmulas de negocio o el avance de las tecnologías. El principal enemigo del periodismo puede ser su distorsionada práctica actual, fagocitada por el infoentretenimiento y la agitación propagandística; desvaríos quizá inevitables en la etapa de Hipermodernidad en la que parecemos adentrarnos.

Bill Kovach, uno de los periodistas con perspectiva intelectual más reconocida, se preguntaba en 1999 si el futuro del periodismo estaría fuera del propio periodismo. Se refería a la reducción del ejercicio comprometido y riguroso de la investigación periodística sobre los abusos e irregularidades institucionales y sociales. Dicha práctica se sustituía paulatinamente por sucedáneos superficiales y entretenidos, de mayor rendimiento comercial y carentes de conflicto para las empresas, adecuados al simplismo y al relativismo de la cultura post/hipermoderna y al consumismo letárgico de las audiencias contemporáneas.

El periodismo auténtico resistiría, por contra, al amparo de la filantropía de fundaciones y movimientos cívicos externos, como The Center for Public Integrity (apellidado “Investigative Journalism in the Public Interest”) y The Fund for Investigative Journalism. Se trata de fundaciones que financian y publican en sus webs, investigaciones periodísticas que los medios convencionales no acogen por falta de recursos o entreguismo. Estas experiencias resultan periféricas frente a la acaparadora atención de la corriente mediática principal, pero su vitalidad permite mantener aún ciertas esperanzas.

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