Gobierno y Justicia: La cabeza contra la pared

Hace algunos meses, cuando el Gobierno nacional lanzó su reforma con el fin de democratizar a la Justicia argentina nos formulamos algunas preguntas. Teníamos la sospecha de que era casi imposible democratizar a quien tiene el poder absoluto y vitalicio, pero como suponíamos que ningún Gobierno -y menos el de Néstor o Cristina Kirchner- se atrevería a ciertos actos para perder, estábamos esperando un as o un real envido bajo la manga. Sin embargo, los fallos sucesivos de la Corte Suprema de Justicia y los que vendrán son suficientes como para mostrar que no eran preguntas en vano. Aquí la nota completa -y breve- que publicamos oportunamente en Puede Colaborar, el sitio del periodista Gerardo Yomal.

Preguntas sobre la reforma judicial

Miércoles, 10 de Abril de 2013 15:52 | |

Politica

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Por Rubén Levenberg (tiempo estimado de lectura ´2)
No vamos a decir nada novedoso si recordamos que un tipo inteligente y jugado como Paulo Freire insistía con el valor de las preguntas, tal vez mucho mayor que el de las respuestas. Las preguntas acerca de la propuesta de reforma judicial, que no queremos ni podemos evaluar, son precisamente las que detonaron este pequeño texto que, esperemos, derive en la acción solidaria de algún gran portador de respuestas que pueda esclarecernos.

-La primera cuestión es saber si el proyecto o los proyectos que el Poder Ejecutivo presentó para la reforma del Poder Judicial serán debatidos en el Senado y en la cámara de Diputados o si será aprobado a libro cerrado. Uno puede decir sin necesidad de ser un gran constitucionalista que si no se debate, no sirve. ¿Sirve?-El segundo interrogante se deriva del primero. Si ambas cámaras legislativas aprueban los proyectos, ¿será con amplia mayoría como ocurrió con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual o sólo la votarán favorablemente el Frente Para la Victoria y sus aliados?

-La tercera pregunta es: ¿Juez o parte? Una vez que sean convertidos en ley por el Congreso y promulgados por el Poder Ejecutivo Nacional: ¿Cuánto tardarán en declarar inconstitucional a la normativa esos cientos de jueces que por definición serían perjudicados si se reforma la Justicia?

-La cuarta pregunta es la segunda parte de la tercera, si se permite el juego de palabras: ¿Quién decidirá finalmente si la ley es constitucional o inconstitucional? ¿Y qué harán las cámaras judiciales y otras instancias ante las cautelares eternas que se impondrán?, ¿La Corte Suprema?

-La quinta se deriva de la cuarta: ¿La Corte Suprema es juez o parte?

-El sexto interrogante resulta de la indagación sobre una posible salida: ¿Sólo una reforma constitucional podría brindar una salida al conflicto potencial?

-El séptimo se relaciona con el sexto: ¿Es posible una reforma constitucional?
Sólo nos animamos a esbozar una humilde respuesta a la séptima pregunta: Se necesitan dos tercios de los votos para llamar a una reforma constitucional y el oficialismo no los tiene ni por casualidad.

-La octava y última pregunta: ¿Por qué razón el Poder Ejecutivo impulsa los proyectos de democratización de la Justicia? ¿Tiene respuestas que nadie conoce?