La política internacional es una disciplina muy seria, con
segmentaciones que requieren mucho estudio. No es lo mismo investigar
sobre la cuestión de Medio Oriente -término inventado por los europeos-
que especializarse en la historia y la política de los Estados Unidos,
América central, América latina -término inventado por los franceses- Europa Oriental, Rusia, China, regiones,
organizaciones, religiones; un objeto, en definitiva que debe ser abordado desde la economía, la política, la historia, la antropología, la filosofía y la cultura.
También en los medios se trata de una
sección que requiere periodistas cultos, con un buen nivel de
instrucción formal, que conozcan idiomas y que cada tanto viajen a
cubrir temas en persona para tomar contacto con las poblaciones, los
lugares, la vida.
Pero el deber ser suele ser golpeado por el
facilismo de un sistema mediático que nos dice que "cuanto más barato,
mejor", que estudiar e investigar es una antigüedad, que Wikipedia y
Google reemplazan al cerebro humano y por lo tanto no hace falta usar lo
que hay dentro de la cabeza, sino lo que está detrás del teclado.
Así salen notas con información, interpretaciones y valoraciones armadas
de apuro sobre metadatos que circulan por Internet acerca de la revista
Charlie, el Islam, los árabes, los musulmanes, el terrorismo, el
terrorismo de Estado, la libertad de expresión, las tensiones
geopolíticas, las alianzas y los conflictos.
Desconocimiento, cero
verificación, mucha verborragia, demasiada irresponsabilidad. Hubo medios argentinos -como Clarín- que hicieron operaciones sobre el tema. Otros, desde algunos medios vinculados al oficialismo, en lugar de dar cuenta de las desmentidas, aprovecharon el brulote y sugirieron que la revsita Charlie debería ser censurada porque "ofende" al Islam. Obviamente, no la leyeron, no la miraron ni requirieron la opinión de los musulmanes, tal vez porque no conocen la diferencia entre un musulmán, el islamismo y el mundo árabe.
Es notable que haya quienes sostienen la idea de que un par de tipos que ametrallan a un grupo de humoristas son los representantes de 1200 millones de musulmanes, que, dicho sea de paso, no viven precisamente en la zona de "Medio Oriente". Otros dicen que se puede bromear sobre cualquier religión, menos sobre el Islám, porque aparecen grupos que matan gente a mansalva. Hay
excepciones, muy pocas y el corte no es oficialismo versus oposición
sino conocimiento versus ignorancia, trabajo serio versus juego irresponsable.
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