Frases de cabecera

-"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido." Malcolm X.

junio 30, 2010

Postales de una asamblea gremial de prensa

Para quienes a comienzos de los años 80 del siglo pasado participamos de las asambleas fundacionales de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), cuando los afiliados a la Asociación de Periodistas de Buenos Aires (APBA) y los del Sindicato de Prensa levantamos las manos para crear un gremio que representara a todos los periodistas de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense, las imágenes de la Asamblea Extraordinaria de ayer martes 29 de junio nos dejaron un sabor extraño.

El escenario montado por la conducción gremial que administra la UTPBA desde hace 26 años fue un remedo de las reuniones de campaña de los candidatos republicanos y demócratas en las elecciones estadounidenses. Había una abundante cantidad de banderitas celestes y blancas y otros elementos de merchandising, y en la puerta, por razones de seguridad, los partidarios de la actual conducción tiraron petardos y bengalas, abonados evidentemente con el dinero de las cuotas de los trabajadores de prensa, a quienes nadie consultó si el gasto para apoyar a una agrupación se justificaba. Tal vez lo hayan puesto los dirigentes de sus bolsillos, pero considerando que hace 26 años que viven de un sueldo gremial que surge del aporte de los afiliados, tampoco se entiende la "inversión".

Los asistentes a la Asamblea fueron unos 500, que con toda las ganas podrían haber llegado a 600, calculado con el ojo de quienes están acostumbrados a estimar el número de participantes de reuniones, movilizaciones y otros actos. De esos 600, una parte fueron registrados prolijamente mediante la presentación de sus carnets de afiliados. El resto eran jóvenes que llegaron en micros que rentaron algunos dirigentes políticos y de otros gremios. Entraron directamente, sin control alguno, sin anotarse, sin que alguien verificara si eran afiliados.

El clima de las tribunas fue patético. De un lado, las agrupaciones opositoras, que cantaban "paritarias, paritarias", dado que los periodistas no tenemos paritarias desde hace muchos años. Del otro, los jóvenes enfurecidos que bajaron de las combis, empleados del gremio -los había de todas las áreas- y algunos dirigentes.

Lo más curioso de la postal fue la reacción de los jóvenes que bajaron de las combis, porque cada vez que un dirigente de la oposición pedía la palabra, bajaban las voces para dejarlo hablar, no sin que antes mediara un ruego de Daniel Das Neves, secretario General. Pero la rechifla aparecía cuando el dirigente hacía mención a sus veintipico de años de afiliado al gremio o de su condición de periodista. Daba la sensación de que estos pibes bajados de las combis no venían de algún diario, o de sus casas como colaboradores sino enviados por algún dirigente político o gremial que poco o nada sabía de la UTPBA y del periodismo. Sonaba extraño que los exasperara que los "otros" fueran periodistas y afiliados antiguos del gremio, en una entidad en la cual siempre fue un orgullo ser periodista, trabajador de prensa y afiliado. Algo no cerraba.  

La Asamblea comenzó con una moción de orden presentada por un delegado que fue chiflado -claro, haber trabajado durante años en un diario y ser afiliado y delegado parecía un estigma- pero que gracias a la intervención, otra vez, de Das Neves, pudo hablar para reclamar que la Asamblea se hiciera con veedores del ministerio de Trabajo y que el control de la afiliación de los delegados se hiciera de manera legal. La moción fue votada en contra, aunque nadie supo quiénes votaban, porque nadie sabía si los chicos que se bajaron de las combis eran afiliados.

Lo más triste de todo fue la votación para la Junta Electoral. El oficialismo presentó dos listas, para quedarse con la mayoría y con la minoría, de manera que no hubiera presencia opositora en la Junta, encargada de garantizar la limpieza de los comicios de setiembre próximo. La oposición, que había llevado 143 afiliados perfectamente contabilizados, presentó su lista de candidatos. De manera extraña, primero se contó el número de votos de la lista que se mocionó en tercer lugar -o sea, se alteró el orden- una técnica que los gremialistas conocen tanto como los dirigentes de fútbol. Cuando se juegan partidos importantes, el que juega con el resultado puesto tiene ventaja.

Fue entonces cuando la reunión se ganó un capítulo extra de Cien Años de Soledad. Un periodista prestigioso como Jorge Búsico fue el encargado de contar los votos de la oposición. Sumó 59, cosa extraña porque todos sabíamos que Búsico no es un hombre que no sepa contar. ¿Sería porque tenían preparados 65 votos para asegurarse la segunda minoría? Vaya uno a saber.

El pobre Búsico, protagonista de una escena que a muchos nos llenó de tristeza, hizo un conteo rápido, rapidísimo, de los votos de la segunda lista oficialista. Contó unos 200 y pico, a grosso modo. Luego contó los votos de la lista número 1 del oficialismo y la cifra fue de algo más de 300 votos, también a ojímetro y sin verificar si votaban los mismos en ambas listas de la conducción del gremio.

Todo fue tan evidente, que la oposición pidió un recuento de sus votos. Das Neves accedió y allí fue Búsico a recontar. Esta vez los 59 se convirtieron en 92, o sea un 50 por ciento más que en el primer conteo. ¿Se había equivocado antes o ahora?¿Por qué no recontó y en serio los votos de las dos listas oficialistas? Vaya uno a saber. Lo concreto es que por primera vez se encontraron con una oposición que reclamó que las juntas electorales fueran pluralistas y no un trámite burocrático.

Afuera, una barra de trabajadores de Crítica cantaba "se va a acabar, la burocracia sindical", mientras la oposición se retiraba tras la votación y hacía bromas sobre los problemas matemáticos de los periodistas. La noche cubría al barrio de Villa Crespo, donde está enclavada la cancha de Atlanta, tal vez como una proyección de la realidad de un gremio cruzado por las contradicciones. Un gremio que dejó libres las manos de Domingo Cavallo para que precarizara a los periodistas, convertidos en marginales con factura, mientras que al mismo tiempo el gremio de Actores luchaba y lograba impedir que el sistema se le aplicara a sus afiliados. Un gremio que no participa de asambleas, que no impulsa paritarias y que dejó caer la obra social hasta su virtual desaparición. Una conducción que se viste con un ropaje de izquierda, pero que se negó a pronunciarse sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual hasta que la ley fue aprobada.

No se trata de burócratas enriquecidos a costas de los aportes de los afiliados, sino simplemente de gremialistas que armaron un circuito que les permite perpetuarse en sus cargos, para lo cual todo pasa por la imagen, los viajes a distintos lugares del mundo para hablar de lucha y de libertad de expresión y tratar de hacer la plancha lo mejor posible en los medios argentinos. En una UTPBA que alguna vez fue un orgullo para los periodistas -con muchos de estos mismos gremialistas a la cabeza-, habrá elecciones con una junta electoral que manejará los padrones y que podrá definir quién vota y quién no vota, porque no habrá ni siquiera un delegado opositor para dar testimonio de lo que ocurra entre esas cuatro paredes. De allí la tristeza.

Ah, hubo un minuto de aplausos en honor a los periodistas desaparecidos durante la última dictadura militar, propuesta por la conducción y que unificó a todos. Un viejo afiliado recordaría después que uno de los desaparecidos más representativos del gremio, Rodolfo Walsh, era un hombre riguroso, preciso y científico a la hora de trabajar. Lástima que no estaba para sacar las cuentas.

41 comentarios:

Unknown dijo...

Rubén, muy buena tu crónica. Todavía no salgo del asombro por lo que vimos en la asamblea, por el conteo de Búsico (que juro no logro entender cómo se presta a semejante mamaracho), por las combis, los taxis, esos muchachitos que nos gritaban elitistas, los patovicas, los petardos y los papelitos de colores (parecían el macrismo) por la manera en que entraban los que iban a votar a favor del oficialismo sin someterse a ningún control. En fin... Pero a pesar de dolor por impotencia que esto nos provoca, estoy convencido que con trabajo, con diálogo, con partipación, con integración, con el aporte de efectivos y colaboradores, es decir de los trabajadores de prensa, vamos a convertirnos más temprano que tarde en la fuerza mayor que va a devolverle a los trabajadores un sindicato digno, pluralista y democrático. Saludos, Facundo Martínez (periodista / delegado de Página/12)

Director-Editor Rubén Silva dijo...

Muy bueno tu blog tocayo, y qué triste lo de la asamblea, y no sólo por ésta. Por todos los que creemos en otro sindicalismo y otros sindicalistas, como el gringo Tosco o el mismo Rodolfo Walsh, y tanto anónimos que no tienen nada que ver con estas farsas. Mi saludo. Rubén Silva. http://guialdea.blogspot.com

Anónimo dijo...

Soy Jorge Búsico:
Quiero expresar que estoy orgulloso de haber participado ayer de la asamblea democrática de la UTPBA. Y que estoy lejos de sentir que hice un triste papel, como se me endilga acá.
Sí me pareció muy triste los agritos de "negros" que partieron de algunos de los militantes de la oposición hacia varias compañeros que participaban de la asamblea.
JB

Rubén Levenberg dijo...

Gracias Facundo y Rubén por los comentarios.
Jorge: No coincido con tus apreciaciones, pero las respeto. Gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

Rubén, mis respetos hacia tu trabajo, como en las épocas en que compartíamos la redacción de Pagina 12. Muy buena tu nota, y un sólo comentario al respecto: ¿vos conocés algún burócrata corrupto, de Cavallieri a Gerardo Martínez, de Daer y Barrionuevo a Lescano y Zanola -y podemos seguir con una lista interminable- que acepte su condición de tal? ¿Alguno que asuma que es una mierda porque roba del aporte sindical de los trabajadores? ¿Por qué lo harían entonces quienes hace más de 20 años no trabajan de manera REAL en ninguna empresa REAL y viven de lo que aportamos a la utpba todos nosotros, sus afiliados reales? Ojalá que estos burócratas marketineros y arropados con pilchas de izquierda, como decís en tu nota, piensen en la definición del término "elitista" a la hora del buen vino de sus noches, y de sus viajes al exterior, con guita de los afiliados, por supuesto. Un abrazo.

Héctor Sánchez - afiliado utpba 10.387 - Radio de las Madres y Agencia Télam.

gaston cerviño dijo...

Realmente creo que un cambio es necesario para la conducción de la UTPBA. Pero no me parece que pueda venir de 90 afiliados(si fueran cien sería lo mismo). Como militante de izquierda me parece bochornoso que se quiera explicar todo desde la movilización o no de más o menos aparato cuando aceptamos ir con funcionarios como piccone, que apoya abiertamente a la CGT. La juventud "que vino en micros", es consignada por el CTP, que los conoce un poco más, como "militantes de ciencias sociales", acusación penosa, dado que yo también estaba en función de acuerdos políticos y no como ciudadano librepensante.

En síntesis, no me parece conducente pensar en si ellos movieron o no movieron aparato o ese tipo de cosas que solo sirven para tranquilizar nuestras conciencias, sino en cómo siendo tantas listas, cómo habiendo juntado 800 compañeros el 7 de junio, menos de un mes después no llegamos a ser ni doscientos entre adentro y afuera. Peleemos para ser más nosotros, y seremos más que ellos, o engañémonos, vayamos a elecciones y después impugnemos el resultado.

saludos

gastón

Unknown dijo...

Rubén excelente tu crónica. Los presentes en la asamblea sabemos que los gritos de "negros" son tan exactos como las cuentas de quien lo cuenta. El compañero Búsico. Difícil oficio el de contador.
Daniel Vides ( trabajador y deledado de N.A)

Anónimo dijo...

Facundo:
Veo de tu conciencia gremial. Considerás mamaracho a alguien que es elegido por votación mayoritaria y tiene que ir uno por uno contando más de 800 compañeros,que se equivocó por 20 que y se tuvo que bancar que más de uno le levantara dos veces la mano. ¿O también vas a decir que eran mayoría?
Insisto: estoy orgulloso de estar donde estoy.
Y, además, me parece que tanto vos como Daniel, a quien no conozco como si te conozco a vos, aunque sólo por referencias de Panno, me ponen a mi como quien truchó una votación.
A esta altura, ya no me sorprende.
Jorge Búsico

Unknown dijo...

Rubén,
no pude estar anoche y tu crónica me pinta un panorama que "me" era previsible. La pregunta es: ¿no es hora de seguir los pasos de los compañeros del subte? Me parece que, a diferencia de otros momentos políticos, en los que el trabajo por/desde dentro del sindicato tenía un sentido, hoy ya no lo tiene. Me parece que no se puede rescatar algo de un gremio que se convirtió en puro aparato.
No sé...

María Iribarren
Tiempo argentino / Rumbos

Rubén Levenberg dijo...

Hola. Aclaro que el blog tiene un sistema de moderación de comentarios para evitar insultos, ofensas personales y demás yerbas, pero no censuro ni adhiero a nada que no lleve mi firma.

Anónimo dijo...

Qué buena la crónica, Rubén. Creo que es una excelente síntesis de lo que se vivió anoche. Y en cuanto a lo que dice Jorge B., creo que el papel que jugó contando gente que él sabe a conciencia que no pertenece al gremio es menos triste que el hecho de que nos acuse de gritarle "negros" a las personas que llevaron en micros alquilados. Le recuerdo que lo que gritamos desde las tribunas fue "paritarias" y "Crítica presente".
Flavia - Canal 13 y TN

Rubén Levenberg dijo...

Mi opinión sobre la asamblea de ayer está escrita, pero leo los comentarios y los que me han llegado por otras vías y agregaría que, sea como sea, a la UTPBA le hace falta un debate profundo y sin censura.
No creo en la división de nuestro gremio ni en entidades por empresa, tampoco creo que la conducción de la UTPBA se quede con dineros de los afiliados -salvo para pagar merchandising- pero sí que el vacío sindical se nota. El enorme esfuerzo hecho ayer para que en la junta electoral no hubiera ni siquiera un opositor como veedor podría haberse hecho para otros fines más generosos.

Anónimo dijo...

Jorge: Está claro que ustedes eran mayoría, pero está claro que no éramos 60. Eso se podría haber resuelto si se votaba en urna con voto secreto como mocionamos. Así no hubiera habido ninguna duda. Nosotros tampoco tenemos la certeza de que cuando ustedes contaban, ese era el número. Insisto: si hubiéramos votado por urna no habría habido tantas dudas.
No sé qué te habrá contado Panno de Facundo. Yo te puedo decir varias cosas de él: es delegado de Página 12, fue elegido en una elección clara, sin cuestionamientos. Es un compañero que dice y se compromete con lo que piensa, que no elige el camino cómodo, es una buena persona. Imagino que lo que sí te habrá contado Panno es que es un buen compañero, capaz de darse cuenta qué es lo que le pasa a los compañeros que se sientan a su lado y ser solidario con ellos.

Afectuosamente
Ana Paoletti, afiliada nº 10773, compartimos la lucha del cierre del diario Sur ¿te acordás?

Anónimo dijo...

Rubén, creo que no se trata de hacer una especie de torneo de ladrones: es obvio que Cavallieri, con casi dos millones de afiliados en su FAECYS tiene muchas más chances de latrocinio -en calidad y en cantidad- que los directivos de la utpba. Pero apoltronarse en un gremio (por más chico y "poco rentable" que sea) y utilizarlo como "modus vivendi", es también una forma delictiva de vida. Y coincido con la compañera María Iribarren, ojalá podamos dar un debate amplio entre todas las agrupaciones opositoras y decidir una desafiliación masiva bajo la consigna "Ñoquis y vagos, a laburar. Ni un centavo más de nuestro trabajo para sus bolsillos".

Héctor Sánchez.

Unknown dijo...

La asamblea de ayer fue muy movilizante. Todavía tengo bronca por todo lo que vi ahí, que tan bien relata Rubén. Me siento comprometida con esta causa de intentar recuperar este gremio, o de dar la lucha por uno nuevo. Saludo a Rubén, que fue profesor mío en la facultad; a Héctor, que fue el conductor del programa de radio en el que debuté como periodista y a todos los compañeros presentes allí que de verdad laburan en esto todos los días.
Quiero aclararle a Jorge B que nadie a mi alrededor le gritó "negro" a nadie. Se gritaron otras cosas, sí. Y a mucha honra. Pero negro, no.
Ana Vainman (delegada de BAE, no tengo número de afiliada porque la UTPBA me borró del padrón)

Anónimo dijo...

Luego de leer la cronica me restan los siguientes comentarios.
a) La oposicion llego en varios autos y algunas camionetas, adentro habia 100 mas o menos y afuera unos 50 que no podian ingresar por falta de papeles al dia. Tenian una bandera con los mismos colores que la del Partido Obrero.
b) Si plantean ganar una minoria en una asamblea deberian regularizar a su gente y sumar un poco mas de que comparta sus ideas.
c) Los afiliados que votaron a las personas que forman la junta electoral son afiliados de prensa, no son 'chicos' de un partido politico que vienen a votar y no saben de que se trata, son periodistas y colaboradores que comparten ideas con la linea que la utpba promueve.
d) No parece que tuvieran alguna mayoria que discutir.... aca hay una foto de la gente en las tribunas.... no se ve mucha gente de 'la gremial'

http://utpba.org/wp-content/uploads/2010/06/va1.jpg

saludos cordiales
Martin, afiliado colaborador.

Anónimo dijo...

Das Neves es el Julio Grondona del gremio de prensa. Lamentable el papel de esa juventud enviada por Sabatella (una decepción enorme). Siento pena por los jubilados utilizados para ser parte de este fraude. En la asamblea, como decís bien Rubén en tu crónica, había 600 personas con toda la furia. La dos listas oficialistas "sumaron" casi 600 votos en total. Entonces, los 140 afiliados de la oposición (60 primero, 92 después según el índice Búsico) soñamos que estuvimos anoche siendo parte de esa farsa. Disimulen, burócratas, disimulen un poco. ¿O ya ni eso les importa?

Gabriel Casas, colaborador de la revista Un Caño y ex jefe de Deportes de Terra.

Alejandro dijo...

Gran crónica, Rubén, y mucho gusto. Es increíble, realmente increíble, que un miembro de la dirección entreguista se haya atrevido a escribir un post autoexculpatorio bajo tus líneas irreprochables. Que Das Neves no haya mencionado la palabra "Crítica" en toda la asamblea y que la UTPBA no haya hecho mención a nuestro conflicto en los correos y afiches por el Día del Periodista es injustificable. Casi tan injustificable como la maniobra vergonzante de dividirse en dos listas para que la oposición (minoritaria, quizás, pero identificable) no tenga lugar en la Junta Electoral, que controla las elecciones.
¿Qué quieren ocultar?
Saludos,
Alejandro Bercovich
CI - Crítica de la Argentina

diego dijo...

La asamblea de ayer fue vergonzosa. Estudiantes (la agrupación Prisma de la fac de sociales), militantes de Sabatella, agrupaciones que llevaron a su base barrial votando como si fueran trabajadores del gremio. Esto responde a los acuerdos que cerró la dirección de la UTPBA con Yasky para la interna de la CTA, acción que debió tomar al darse cuenta de que carecía de una base gremial concreta (hasta hace poquito en la CTA consideraban a la UTPBA un ovni alejado de la vida de la central). Vergüenza para aquellos que se prestaron a esa movida en base a esos acuerdos sin darse cuenta del repudio generalizado que provocan Das Neves, Camaño, Fagale & cia en los laburantes. Todo vuelve.

diego dijo...

Los compañeros que fueron de la revista (que no habían participado de este tipo de instancias ya que la UTPBA estaba acostumbrada a convocarlas entre gallos y medianoche y ni siquiera llama al plenario de delegados desde hace décadas) estaban azorados al darse cuenta de la podredumbre que alcanzó esta dirección sindical. Uno de ellos me dijo que había decidido desafiliarse.
Fuimos 143 afiliados. ¿Por qué tan pocos cuando más de 700 fuimos el 7 de junio a la puerta de crítica? La causa está en esta burocracia, a la que no le interesan los laburantes. Como muestra, vayan las tres decenas de afiliados de Clarín entre 800 trabajadores. O que en Télam discute salarios la comisión interna sin el sindicato y el ministerio declaró la acefalía sindical en la empresa. Pero fuimos 700 en Crítica: es un proceso contradictorio que se resolverá cuando echemos a estos podridos de la dirección de nuestro sindicato. O cuando decidamos instaurar otras alternativas organizativas.
No conozco a Búsico. Pero me dio vergüenza cuando compañeros de más edad mostraban pena y me explicaban que había sido un trabajador prestigioso en una época. Me dio vergüenza su conteo vergonzoso. Me da vergüenza que nos acuse de gritarle "negros" a la gente que llevó la dirección en lugar de una base gremial real. Viejo: yo soy un negro, soy un laburante que quiere un sindicato que defienda nuestros derechos, nuestros salarios, nuestro estatuto. Está comprobado que Das Neves, Camaño, Fagale y compañía no lo harán.

Diego Rojas
Periodista
Delegado revista Veintitrés

Anónimo dijo...

diego rojas: ¿por qué no le preguntas a la gente de la mella, del viejo topo colectivo universitario y de poder estudiantil, que son militantes opositores y de sociales, si había gente que actualmente milite en prisma, sea en sociales o en cualquier lado?

al mismo tiempo: ¿está mal militar en agrupaciones estudiantiles, en partidos, en movimientos, y tener militancia sindical? en todo caso, denunciá un acuerdo prisma-utpba, pero no creo que suscriban la denuncia tus compañeros de frente opositor.

¿Sabés una cosa? después de votar, fuimos todos a la plaza de mayo y metimos las patas en la fuente.

jorge noya

Anónimo dijo...

Los compañeros pro-conducción deberían dejar de insistir en la dicotomía negritos-blanquitos. En el frente opositor no hay ningún problema con los orígenes de clase, al contrario. Sean honestos y defiendan a la conducción con argumentos, si es que los encuentran, porque hasta ahora no vi una defensa concreta sino puras descalificaciones. En Atlanta hubo militancia sindical genuina pero también aparato clásico. Muchos de los que estaban ahí no eran trabajadores de prensa y no tenían nada que hacer en esa asamblea. Poco importa si eran militantes, adherentes o parte de “acuerdos políticos”. El único criterio indiscutible de asociación es que la Utpba debe ser un nucleamiento de trabajadores de prensa y no otra cosa. Bueno, la Utpba creo que hace tiempo es cualquier cosa. No tienen manera de justificar 26 años sin convocar a paritarias, ni su ausencia de los conflictos, ni la decadencia de la mutual, entre otros puntos. Si tienen alguna explicación para semejante trayectoria, deberían darla a sus afiliados y no fugar al silencio.
El martes estuve en Atlanta pero no me dejaron entrar porque no estaba en los padrones. Es muy curioso que no figurara: fui candidato a delegado en La Prensa, delegado de Noticias Argentinas y dos veces candidato en Télam por la Lista Verde, la última vez hace menos de dos veces. Durante todo ese tiempo estuve en los padrones pero el martes desaparecí misteriosamente.

Felipe Celesia, afiliado N° 21.740.

Analía García dijo...

Jorge Búsico:
Te sorprendería conocer a Facundo Martínez por la pasión y honestidad que pone en la defensa de sus compañeros, o de los colegas que tienen comprometidas sus fuentes de trabajo en otros medios es un ser humano imperdible. Otro tanto digo de Daniel Vides, gran compañero de lucha.
De todos modos, me pregunto. Para ir a la asamblea ¿Hay que estar afiliado o además te tienen que querer? Quizás todos los que pasaban sin controles eran personas muy queridas, por eso tenían esa prerrogativa... Pienso en vos alta, no te pido la respuesta a vos, que sos un simple afiliado, que no tiene por qué hacerse cargo más que del conteo que es la parte que te tocó.

Con respecto a lo que señalás sobre esa cuestión: la dificultad de llevar el conteo de 800 compañeros, te pido que revises las cuentas nuevamente. No cierran, no dan. 300 + 200 + 90 y pico ....¿800?
Del mismo modo, nadie dijo "negro".

Rubén Levenberg: Gracias por ser un observador preciso y riguroso, por no olvidarte de que lo profesional no está reñido con el compromiso y con lo gremial, y por participar en la redacción de la Ley de Medios. Abrazo.

Analía García
Afiliada 3926

Anónimo dijo...

Rubén Levenberg, me parece que usted acierta al conceptualizar de una manera específica a la conducción. Sino caeríamos en chicanas baratas, del estilo de señalar que como usted apoyó sistemáticamente al espacio de Nexo en la facultad es también un burócrata enquistado que sólo busca perpetuarse, y yo no creo que sea así. A lo que voy es que se pretende que las convicciones políticas sólo están del lado de la oposición, que es también la que detenta el monopolio de la ética y, en los casos extremos, de la estética.

yo fui alumno suyo en historia de los medios, le tengo un enorme respeto y adhiero a sus postulados esenciales, pero me cuesta creer que absolutamente toda la asamblea estuviera prefabricada y comprada(no digo que esta sea su posición, que es bastante más centrada que los comentarios).

Si no reconocemos que la conducción aun goza de aceptación y que realmente nosotros tampoco generamos participación masiva, dudo que estemos preparados para construir a largo plazo.

Saludos

gonzalo balsa

Rubén Levenberg dijo...

Para mi no es un problema de Jorge Búsico. Su tarea era imposible desde el comienzo. Si se hubiera votado con urna, todo era cuestión de contar papelitos y listo. Lo mismo que a la entrada. No es culpa de las chicas que controlaban la entrada, es el sistema utilizado. Si se hubiera mantenido el control sobre cada afiliado que llegaba y se le hubiera entregado una credencial -gasto que podría haberse hecho con la plata de los distintivos y las bengalas- luego hubiera sido más simple. Se vota credencial en mano, sólo pueden colocar el papelito en la urna los que tienen la credencial.
Estaba claro que había mucho pibe no periodista y no afiliado y mucho pibe enojado como si todo el que hubiera escrito más de cinco líneas en los últimos seis años fuera un enemigo mortal. Somos todos trabajadores de prensa, los de todas las listas, pero no todos los que votaron.

Rubén Levenberg dijo...

Estimado Gonzalo, no había visto el comentario cuando escribí el mío anterior y no quiero dejar de acusar recibo.
En principio, yo no soy dirigente sino un periodista afiliado hace muchos años y que jamás vivió una situación como la del martes. No voy a responder sobre la política de la Facultad, porque al menos en la crónica que comentan los compañeros, no hice más que contar lo que vi en un evento al cual asistí como un afiliado que espera algún cambio en el gremio.
No creo que lo hayas usado como chicana, porque confío en la inteligencia de nuestros alumnos, al menos en la mayoría de ellos. Tengo algunos añitos en esto y en general en los gremios cuando aparece un grupo opositor, brotan difamaciones sobre sus simpatizantes. No creo que sea tu intención.
De todos modos, te recomiendo que converses con los dirigentes de Nexo y les preguntes si son burócratas o les transmitas la acusación. Yo voto y trabajo en el claustro de profesores.
En la UTPBA siempre voté a la lista Celeste y Blanca, no creo en la lucha entre buenos y malos -eso lo dejo para las series estadounidenses- y no creo que nadie se quede con dineros ajenos.
Sí creo que se olvidaron de la actividad gremial hace mucho, abandonaron a los colaboradores a su suerte y se mostraron impotentes frente a la degradación de las condiciones de trabajo de una mayoría del gremio. En suma, dejaron de lado los contenidos que tenían y se quedaron con la cáscara. La asamblea del martes y la forma de organizarla y convocarla fueron una muestra de la desesperación que tenían por miedo a que alguien pudiera desplazarlos.
Respecto de los números, probablemente hayan sido mayoría, pero si se hubiera votado con urna y hubiesen entrado sólo los afiliados con su credencial, sin lugar a dudas hoy la Junta Electoral tendría una conformación más equilibrada, con acceso de los opositores a los padrones y con algún control sobre la limpieza del comicio. Eso es casi tan elemental como pedir la aplicación de la Ley Saenz Peña en el gremio. Gracias por leer y por comentar.

Rubén Levenberg dijo...

Postdata: Yo no escribo los comentarios, los escriben compañeros periodistas que ponen su nombre y en algunos casos son delegados de base. En algunas cosas estoy de acuerdo y en otras no, pero publico todo si no ofende en lo personal y si no hace acusaciones que salen de lo gremial y entran en el terreno penal. Somos todos grandes y responsables.

Anónimo dijo...

Está demostrado el elitismo de los 60/92 opositores en el hecho de que denuestan a un trabajador de prensa porque tiene previa Matemática de primer año.
"La peor cuenta es el fraude".
HÉCTOR SOSA
CD-UTPBA

Rubén Levenberg dijo...

Gracias Héctor. Para mi el problema no es quién hizo la cuenta sino que no se puede contar a mano alzada. Para eso se inventaron las urnas, las credenciales, los fiscales. Sino, efectivamente, terminamos condenando al mensajero.

Rubén Levenberg dijo...

Aclaro que borré dos comentarios anónimos, uno de ellos con insultos.

Anónimo dijo...

Total coincidencia con Felipe, gran compañero de Télam, y un gran recuerdo para Anita Vainman por el programa que hicimos en Radio de la Ciudad, con Daniel Casas. Tiene razón Felipe cuando dice que la defensa de una determinada posición hay que hacerla con argumentos, ésos que no tienen los directivos y amanuenses de la utpba. Dicen que alguien gritó "negros" a sus acólitos y no sólo mienten, sino que falsean con el cinismo que los caracteriza, porque eran ellos quienes nos insultaban a pesar de contar con una mayoría ostensible, además de nunca mencionar el conflicto de Crítica, con los compañeros despedidos en la puerta de Atlanta sin poder entrar. Y para los que se preguntan si está mal "militar en una agrupación estudiantil", es obvio que no. Lo que repugna es que el activo de esa militancia se ponga al servicio de punteritos serviles que los arrastran a un espacio que no les corresponde: que tengan un carnet de colaborador de la utpba, muchachos, no quiere decir que sean trabajadores de prensa. Ese carnet -canje de la burocracia de la utpba- les puede servir para ir a la pileta de nuestro camping en Moreno (el que pagamos entre todos los afiliados REALES) o para el asadito de fin de año que Das Neves les organiza, para usarlos en la foto de un tríptico publicitario, para reclutarlos de nuevo para una asamblea, un barrido o un fregado. Héctor Sánchez. (sigue)

Anónimo dijo...

El trabajador de prensa, como el de toda actividad, cobra por su trabajo, porque de eso vivimos. Así se forma un sindicato, con trabajadores que se agrupan para defender sus intereses contra los intereses patronales. El asadito y la pileta pueden conformar el ámbito de un club de amigos o una ONG, y hasta de una asociación ilícita si sus objetivos van en ese sentido, pero eso no es un sindicato. El carnet de colaborador de la utpba para quien no le corresponde -porque simplemente no realiza trabajo pago en ningún lado- es la llave maestra de esta banda sindical para engordar sus padrones: con esos votos ganan estas asambleas y las elecciones.
Hubo muchos que votaron el martes en forma ilegal (no se puede votar, estatutariamente, más de una moción presentada en asamblea) a las dos listas oficialistas que se complementaban, en lo que fue un fraude aberrante para impedir la presencia de la oposición como minoría en la junta electoral. Lo vimos todos los que estuvimos allí, ni azorados ni sorprendidos, porque ya sabemos que esta conducción de la utpba está dispuesta a todo para mantener sus privilegios. Lo vimos todos, menos los contadores oficiales de votos. Parecía joda, o un acto de campaña de los intendentes del conurbano, los "barones" que desde el martes pueden sumar con toda tranquilidad a Sabatella en sus filas, quien desde Morón envió micros y "militantes", en medio de un cotillón de globitos y banderitas tipo mundial de fútbol que les habían regalado al subir a las combis y a los micros. ¿Un sindicato "progre y de izquierda" que aplica los mismos métodos que la derecha sindical, que ningunea a la oposición y comete fraude? Si hasta Pedraza, Cavallieri, Barrionuevo y Lescano deben estar consultando a Das Neves y Camaño para que les pasen la fórmula, mientras gritan alborozados "¡humillen, maestros!" Por último: a quienes dicen con ironía de manual que después se fueron a la Plaza a meter las patas en la fuente, de la única forma en que lo harían, muchachos de la "la base está", es si les pagasen en efectivo por ese trámite, como le pagaron a muchos que no tenían la menor idea de lo que hacían en Atlanta. Hasta dos de ellos votaron la moción de la oposición (que se votó en primer lugar), cuando un punterito universitario de Sociales corrió a bajarles el brazo.
Por todo ello, estimado Rubén, ladrón es quien roba, no sólo quien roba mucho. Impulsemos a la brevedad un plenario entre las agrupaciones opositoras que estuvimos en Atlanta y en la puerta de Crítica el Día del Periodista, para proponer una desafiliación masiva con la consigna "Ñoquis y vagos de la utpba, a laburar. Ni un centavo más de nuestro trabajo a sus bolsillos". Héctor Sánchez.

Anónimo dijo...

si van a llamar a la desafiliación, traten de no volver a convocar a votar o la próxima asamblea. es la falta de coordinación muchas veces la que no nos permite avanzar. de todos modos, así como acepté ese frente de unidad para intentar garantizar elecciones, no creo que pueda prorratearse para las elecciones en sí, yo quiero un gremio que respete a las otras listas y que luche por la ley de medios, cosa que la naranja, con un rápido recorrido por su blog, no está dispuesta a hacer.

saludos compañeros

mario trelles

Anónimo dijo...

Héctor Sánchez: creo que es imprudente de su parte llamar a la desafiliación masiva. Al mismo tiempo, entiendo que estamos atravesando un momento difícil. Lo que yo quería señalar es que no sé si es tan conveniente creer en nuestros propios mitos, ahondar permanentemente en ellos y achacarle todos nuestros males al oficialismo (diego rojas llega a culparlos de nuestra "módica" movilización. Creo que en algún punto, lo que nos va a permitir avanzar es también alguna suerte de autocrítica, de balance y perspectiva, y así como ellos no nos reconocen como activo, nosotros no podemos negar rotundamente su existencia, o nos volveremos a chocar contra una pared.

saludos fraternos

vamos con la ley de medios!

patricio vera

Anónimo dijo...

Patricio, mi propuesta de desafiliación es sólo eso, una propuesta, sujeta a discusión y debate con los compañeros. Puede ser una moción en un plenario o reunión entre trabajadores de prensa, en el marco de la práctica democrática que nosotros -a diferencia de la burocracia de la utpba- sí tenemos: se vota, y si pierde la moción, se acompaña con el accionar posterior la propuesta más votada. El debate sirve para crecer y también para reconocer si una posición es incorrecta o inadecuada. Pero por ahora, la mantengo. Y estoy de acuerdo con hacer una autocrítica, que de ninguna manera significaría desconocer las miserias y canalladas de la conducción de la utpba.

Saludos.

Héctor Sánchez.

diego dijo...

Dos cuestiones. No culpo a la burocracia por las limitaciones que la oposición (entre la que se cuenta la naranja, agrupación en la que milito) pueda tener a la hora de movilizar. Hacía notar la baja cantidad de afiliados en relación a los 700 que fuimos a crítica el 7 de junio. La baja afiliación en las empresas es responsabilidad de la burocracia. Ayer recordaba que el año pasado pasé por las instalaciones de la calle Perón y fui a la oficina sindical. En la revista, un compañero me había preguntado cómo hacer para afiliarse y, ya que estaba cerca, fui y pedí las fichas de afiliación. Estaba la Negra Fagale. Pedí los formularios. Me respondió: "No, la afiliación es un trámite personal". Le dije que yo era delegado, que los pedía para facilitar el trámite. "No. Además, la utpba decide a quién acepta como afiliado y a quién no". Probablemente sabía que era de la Naranja y decidió tomar esa actitud, pero de todas maneras creo que refleja claramente el estado sindical de la dirección podridísima.
Estoy en contra de la desafiliación. Creo que, en cambio, es momento de realizar un plenario de los laburantes para discutir cómo se sigue esto.

Diego Rojas
Periodista
Delegado Revista Veintitrés

Anónimo dijo...

Creo que si al acto de la puerta de Crítica fuimos tantos, y tantos menos a la Asamblea, fue -además de ciertamente un déficit nuestro- porque la desafiliación cundió estos años, y de eso fue responsable la dirección de la Utpba, una de cuyas funciones sería alentar las afiliaciones. Sé de compañeros de Clarín que luego del conflicto del 2000 fueron al gremio a desafiliarse y esa actitud era extraordinariamente bien recibida por la Utpba. ¿En qué otro gremio pasa que uno se va a desafiliar y en el gremio no tratan al menos de convercelo de que se quede, de que es importante que esté, al menos preguntarle qué pasó? Pareciera que sólo quieren afiliados adictos y manipulables. Por ese déficit, más la desmovilización y el individualismo, es que no pudimos llevar más que lo que llevamos. Pero sencillamente, con una Asamblea normal, ellos hubieran tenido mayoría y nosotros minoría en la Junta Electoral. Así de simple. Si quisieron mayoría y minoría es porque saben que los padrones no están limpios. Era mayoría ellos, minoría la oposición y una asamblea sin insultos ni hinchadas ni aprietes. Dejando hablar, rodeando de solidaridad a los compañeos de Crítica y cerrando la asamblea con un aplauso unitario y la apertura de un proceso electoral limpio. Sí, ya sé, suena utópico. Pero debió ser así. Por cierto, no escuché a nadie gritar negro a nadie, sí en cambio ví y escuché las apretadas y las irregularidades que hizo el oficialismo.
Néstor Restivo - Dirigente de La Gremial - Ex dirigente de la UTPBA
Afiliado 1504

Anónimo dijo...

Estimado Rubén:
Hace casi 11 años me alejé de la actividad gremial en Prensa por determinación propia, ya que las heridas eran muy profundas. Comencé a militar en el gremio siendo un pibe, en 1975, cuando la UTPBA ni siquiera era un sueño y la dictadura ya tendía sus garras. Muchos de ustedes saben quien soy y conocen mi historia. Otros seguramente leerán mi nombre por primera vez. Después de 11 años durante los cuales la mayoría de ustedes no volvió a escuchar mi voz ni a leerme, rompo el silencio. Sigo siendo periodista, porque esta es mi profesión, mi pasión y mi medio de vida. Pero desde hace casi 11 años siento enorme felicidad por no estar afiliado a UTPBA y tener la convicción de que jamás volveré a estarlo.
Nada dije desde entonces. Jamás volví a participar en actividades gremiales vinculadas al gremio de prensa. Los que conocen mi historia también saben que yo conozco las de ellos. Los que conocen mi historia (porque transitamos juntos más de 2 décadas) también saben que soy un hombre honesto, coherente y de convicciones firmes. Subestimándome, creyeron que me colocaría en alguna vereda opuesta a la que ellos dicen que tienen. Tranquilos…estoy muy cómodo aquí, observando, leyendo, analizando, disfrutando, convencido de que lo que decía Marquitos, mi viejo (al que muchos de ustedes conocieron) era cierto: ustedes no fundaron un gremio, fundaron una empresa, y serán los directivos de esa empresa hasta que esa empresa (de la que morfan todos ustedes y sus familias desde hace 26 años) quiebre. Por lo visto no falta tanto…pero como suele ocurrir en estos casos, cuando ello ocurra la vaquita ya estará hecha…
…Continúa en el siguiente comentario…

Anónimo dijo...

...Viene del comentario anterior...
Fui presidente de la Junta Electoral de la UTPBA en 1993, cargo que en la elección anterior había ocupado Horacio Verbitsky. Trabajé en la Secretaría de Prensa del gremio y actué como vocero de la entidad. Formé parte del grupo que en 1984 llegó democráticamente a la conducción de la entonces APBA (Asociación de Periodistas de Buenos Aires). Eran tiempos de sueños y proyectos supuestamente compartidos. Trabajo como periodista y comunicador desde hace 35 años. Tras desvincularme de la UTPBA fundé una consultora privada, desde entonces mi trabajo y mi medio de vida. No le debo nada a nadie. Puedo callarme, por supuesto. Puedo no decir, por supuesto. Lo que no puedo es olvidar ni dejar de observar y analizar. Fui parte. Y no lo soy desde hace más de una década.
A los que desde hace más de 20 años se atribuyen la frase “La Peor Opinión es el Silencio”, cumplo en informarles que fui yo quien escribió esa frase en un mural anónimo de papel madera en el Centro Cultural Recoleta. Vayan a sus archivos, y reconocerán mi letra. A los que se refieren a las personas que tienen previa la materia Matemáticas de algún año, les pido que demuestren como hicieron para titularse en una Universidad sin haber terminado, hasta ese mismo momento, la Escuela Secundaria. A los que fundaron una empresa y le dijeron a sus clientes y empleados que estaban fundando un gremio y serían todos compañeros, y defenderían los mismos intereses, les pido que se sinceren (ya son personas que rondan las 6 décadas), que digan la verdad y se vayan a sus casas, a disfrutar de los beneficios jubilatorios. A los que desde hace más de 20 años hablan de “La política de la UTPBA” refiriéndose a ella como si fuera un mandato divino sin redacción formal que establece premios y castigos, les pido que no mientan más, que no digan que son dirigentes sindicales ni políticos de una organización gremial que muchos en una histórica asamblea general realizada en FOETRA decidimos que se llamaría Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires. A ustedes, les digo que es hora de que se blanqueen como lo que son: los propietarios, socios y gerentes de una empresa concebida por ustedes mismos como tal, al amparo de los sueños, las expectativas y la necesidad de los periodistas y trabajadores de prensa.
Maquitos…si…el mismo al que ustedes fueron a saludar llevando una corona de flores al velatorio de Rogelia, mi vieja, tenía razón. Me lo dijo muchos años antes, cuando yo todavía creía en ustedes. Él, un auténtico trabajador, un artesano, un hombre intelectualmente sólido y honesto como muy pocos, charló muchísimas veces con ustedes. Él, mi viejo, Marquitos, los definía con una sola palabra: traidores.
Hasta aquí llegué. Y seguramente no habrá bises…
Una pregunta ronda por mi cabeza desde hace ya muchos años: ¿La Peor Opinión es el Silencio?
Un fraternal abrazo para todos.
Horacio Pelman

Anónimo dijo...

Creo que, ahora que ha pasado la asamblea, viene un período de profunda reflexión. yo creo que en algún punto nos olvidamos que hay afiliados trabajadores que por razones X (complétenlas a gusto, yo tengo las mías pero no vienen al caso), siguen apoyando a la conducción, y nosotros no sólo no tuvimos política hacia ellos sino que permanentemente negamos su existencia (salvo en el primer comunicado de la gremial, donde llamaba a construir con los compañeros simpatizantes de la c y b también). Esto sin entrar en la pavada de qué se gritó o dejó de gritar, lo cierto es que nos falta avanzar en algunas cuestiones, y hay que ver si estamos dispuestos a hacerlo o si vamos a construir por fuera.

También podemos seguir discutiendo si entre la "seguridad" de la asamblea estuvo Tito o si roban más o menos, si viajan en primera o en tercera.

saludos con esperanza

Gastón Gidonne

Rubén Levenberg dijo...

Siguen llegando comentarios y algunos interesantes, pero como son anónimos, no los puedo publicar.