Los periodistas se degradan cuando en lugar de actuar con responsabilidad frente a la sociedad trabajan en función de la empresa que los emplea o de causas personales. Es una síntesis de una joyita de Javier Darío Restrepo, uno de los especialistas en ética periodística que desde hace años se ha ganado un respeto como analista. Entre otras actividades tiene un consultorio sobre ética, que antes era una suerte de blog propio y desde hace un tiempo funciona dentro del FNPI (Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano), fundada por Gabriel García Márquez. En el texto que sigue, Restrepo habla de la responsabilidad de los periodistas, de las empresas y de la sociedad. Pero, más que nada, se trata de poder y dinero. Como siempre: De nada.
El proceso de degradación de un periódico y de un periodista comienza cuando su responsabilidad para con la sociedad desaparece, absorbida por la responsabilidad para con la empresa periodística, o por sus propios intereses.
Servir a la sociedad en su conjunto, sin distinciones políticas, clase social o creencias religiosas, le concede al periodista y a su medio la alta dignidad que da todo buen servicio público.
Cuando el periodista hace caso omiso, su condición se reduce a la de un trabajador más al servicio de sí mismo o de una empresa. Los códigos de ética suelen señalar, en algunos casos, la relación que existe entre esa actitud de servicio público y la calidad del producto profesional del periodista. En efecto, quien descarta la responsabilidad social porque prefiere priorizar un negocio empresarial o personal, produce propaganda; a diferencia de quien tiene en su mente a toda la sociedad, informa sobre los intereses de todos y comunica su conocimiento por medio de artículos de calidad.
La información del periodista con responsabilidad social tiene en cuenta las consecuencias y su valor para el futuro; quien menosprecia esa virtud está condenado a producir material superficial y sin trascendencia o abiertamente dañino por cuanto no se miden sus efectos. El periodismo, como las armas, puede hacer mal o bien. La diferencia está en el sentido de responsabilidad con que se lo utiliza.
Fuente: Poirier, José María. "Javier Darío Restrepo, periodismo y pasión. Interrogantes sobre el ejercicio y la ética profesional. La Crujía Inclusiones. Buenos Aires, 2011.
Frases de cabecera
-"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido." Malcolm X.
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1 comentario:
Hola de nuevo.
El viernes asistí a una conferencia de Adela Cortina que explicaba muy bien la diferencia entre bienes internos (los que dan sentido a la profesión y establecen su finalidad) y los externos (los que son ajenos a ella como el dinero, el poder y el prestigio o fama). Ella reconoció que hacen falta ciertos bienes externos para poner en marcha cualquier actividad, pero que la corrupción comienza cuando los bienes internos son sustituidos por los externos. Genial. A ver si puedo desarrollarlo un poco más. Un abrazo.
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