Chau Claudio, hola Claudio,Te fuiste, no aflojes

Hace algunas semanas consultamos a uno de los intelectuales que forman parte del "pensamiento nacional" acerca de la bibliografía sobre la historia de los medios. Más precisamente sobre una historia, la de los dos primeros gobiernos peronistas, etapa de nuestra historia que provoca silbidos para disimular impotencia o una enorme cantidad de lugares comunes a los que sólo les falta la frutilla del postre: Que viva el cáncer. Como no le deseamos enfermedad alguna a los amigos, a los no amigos, a los adversarios y a los malos tipos/as, hicimos la pregunta y el intelectual del "campo nacional" respondió: "Buscá los libros de Claudio Díaz". Y los buscamos y nos encontramos primero con aquel compañero de El Periodista de Buenos Aires, la gran apuesta de Andrés Cascioli en la que tuvimos el placer de trabajar. Casi con la misma cara de entonces -ventaja que tienen los que conservan su pelambre- Claudio pensaba y escribía, era el tipo opositor a la conducción de la UTPBA y adherente y compañero de La Gremial de Prensa. Y se nos murió, con lo cual uno se vuelve más agnóstico que nunca, porque si los tipos que queremos y que valen se nos van así nomás, el que te jedi debe estar al menos, muy distraído. Copiamos acá abajo el cable de Télam anunciando la muerte de Claudio Díaz y los que lo lean sabrán que vamos a seguir investigando, buscando y anotando todo lo que nos acerque a la realidad. No a la que nos cuentan los que sólo tienen amigos y enemigos y a los enemigos los ensucian con toda la basura que tienen a mano. Preferimos a los que se juegan, si, pero que son amplios y tolerantes, como para bucear en archivos y no en algunas cosas escritas sólo con odio. 

Buenos Aires, 6 de agosto (Télam).- El periodista Claudio Díaz, de 52 años, autor de distintos libros, reconocido por haber renunciado como empleado del Grupo Clarín en ocasión del debate público sobre la Resolución 125, e integrante de una cooperativa que administra un canal de televisión en la localidad bonaerense de Haedo, falleció anoche como consecuencia de un cáncer sin remedio.  Díaz, en ocasión de las polémicas públicas en torno a la Resolución 125 sobre retenciones a las exportaciones agropecuarias, ejerciendo el periodismo con actitud militante decidió renunciar como empleado del Grupo Clarín sin recibir indemnización ni pago alguno cuando dirigía el suplemento zonal Morón-Ituzaingó del matutino. Días después su casa fue asaltada por desconocidos y encapuchados que golpearon a la madre del periodista, revolvieron las pertenencias de la vivienda y no se llevaron nada de valor. 

Por la decisión de Díaz de renunciar a su trabajo en Clarín, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, lo declaró héroe civil. Entre sus libros se destacan los títulos "Manual del antiperonismo ilustrado", "Diario de guerra. Clarín el gran engaño argentino"; y el "Movimiento Obrero Argentino".  En su trayectoria, Claudio Díaz en 1989 recibió el Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí, que le entregó en persona Fidel Castro, en La Habana, por su trabajo de investigación sobre sectas en Argentina junto a Alfredo Silleta. También el periodista fallecido integró la agrupación Oesterheld y formaba parte de la "Cooperativa de la gente cordial",que administra el Canal 4 de televisión, de la localidad de Haedo, en el conurbano bonaerense.

Persona ejemplar, de cara adolescente, Díaz se caracterizó por su valentía en el ejercicio del periodismo y en su recorrido por la profesión además se desempeñó como Secretario de Redacción de la revista Jotapé durante la década de los años 80.  A los 12 años de edad ganó el concurso del programa de 

televisión "Odol pregunta" al contestar sobre seleccionados de fútbol de Argentina, y con el dinero obtenido le compró una casa a su mamá. 

Víctima de un cáncer de tiroides, sin remedio, Claudio Díaz falleció anoche a las 21.50, en el Instituto del Diagnóstico en esta capital, rodeado de su familia, sus amigos y compañeros.

El sábado último lo velaron en la Casa de la Defensa, de la agencia Télam y el domingo por la mañana lo enterraron en el cementerio de Morón. Sus libros no.