Para hablar de desinformación, no alcanza una nota. Aquí va la primera, con un toque light. En una región como la del llamado Cono Sur de América latina, donde conviven tres factores que parecerían incompatibles - extraordinaria libertad de expresión, enorme concentración de medios y quejas sobre violaciones a la libertad de prensa- los funcionarios se han acostumbrado a dedicar gran parte de sus contactos cara a cara con el pueblo a desmentir lo que los medios publican.
La desinformación, las operaciones de prensa, las acciones de inteligencia a través de los medios son parte de una realidad en la que las opiniones son diversas y nada está cerrado. Hoy comenzamos con un texto que recoge algunas opiniones nada menos que del papa Francisco y cumple dos condiciones: Se refiere al Papa y fue publicado por Clarín, como para que el primero de los artículos no parezca sesgado contra los medios en general. Eso sí, parece extraño que todo lo dicho por Francisco haya sido referido a la prensa italiana. ¿No habrá hablado de algo más?
Vaticano. Corresponsal -
23/03/14
El Papa Francisco afirmó ayer en una audiencia que el peor pecado que cometen los medios de comunicación es desinformar, “decir las cosas a medias”,
lo que no permite a quien ve la televisión u oye la radio “hacerse un
juicio de valor porque no tiene los elementos, nadie se los ha dado”.Las palabras del Papa argentino se escucharon en ocasión de un encuentro en el Vaticano con los miembros de la asociación de radio y televisiones de inspiración católica en Italia.
Francisco señaló que “la difamación es un pecado mortal, pero se puede llegar a decir que esta fue una injusticia, esta persona hizo aquello en otro tiempo y luego se arrepintió”, amplió.
Jorge Bergoglio hizo un llamado a las radios y a la TV a “trasmitir a través del éter la voz que hable a los hombres y mujeres que busquen una palabra de esperanza para su vida”.
También pidió a que se preste atención “a temáticas importantes para la vida de las personas, la familia y la sociedad”. Y siguió “los argumentos deben ser tratados “no de manera sensacionalista sino responsable, con una verdadera pasión por el bien común y para la verdad”.
En su discurso preparado para la audiencia, Francisco dijo que en los medios de comunicación “hay actualmente mucha contaminación ”. Agregó que “ la gente lo sabe pero por desgracia se ha acostumbrado a respirar de la radio y la televisión un aire sucio que hace daño”.
E invitó a los medios a “hacer circular aire limpio”.
No es la primera vez que el Papa se reúne con la prensa. En enero recibió a la RAI que –dijo– debe ser “un servicio para la verdad”.
Las 25 Reglas de la
desinformación política
por Fernando el 1 jul, 2011 • 17:07 4 valientes
Esto que vas a leer es la traducción de “25 maneras de suprimir la
verdad: Las reglas de la desinformación”, escritas por H. Michael
Sweeney y puestas aquí como ejemplo de lo que en ocasiones verás en las
noticias y, sobre todo, para conocer las tácticas de supresión de la
verdad y que puedas identificarlas y, en su caso, paliarlas y/o
denunciarlas.
Estate atento, tu político preferido y las agencias de seguridad de tu
país puede estar usando estas técnicas, al menos no te dejes engañar y
manipular. Y es que el conocimiento es poder, por lo que igual que estas
reglas pueden servir para manipular y desinformar al ciudadano
inconsciente de la manipulación, también pueden ser igual de útiles para
identificar estas prácticas.
Niega la mayor. Aunque sepas de lo que se acusa, no lo discutas,
especialmente si eres una figura pública o un periodista, etc. Si no
está escrito, no sucedió, y así no tienes que lidiar con los posibles
problemas (esto es: en nuestra era sólo lo que sucede en los medios es
real, lo demás es como una manzana que cae en un bosque vacío).
Conviértete en incrédulo e indignado. Evita discutir temas
importantes y enfócate en temas periféricos que puedas usar para
criticar a otro grupo considerado como “sagrado” por algún sector de la
población.
Desautoriza toda acusación acusándola de rumores. Evita discutir
temas inconvenientes describiendo toda acusación, independientemente de
dónde venga, como meros rumores y especulaciones. Si puedes asocia las
acusaciones con rumores de “Internet” y dí que se trata sólo de “teorías
de la conspiración”.
Utiliza la técnica de “la falacia del espantapájaros”. Encuentra un
argumento en tu oponente que puedes fácilmente rebatir para hacerte ver
bien a su costa. Inventa un tema relacionado con tu oponente pueda ser
fácilmente argumentado en su contra (sin poder probarse) o explota las
debilidades de tu oponente llevando la discusión a sus puntos más
endebles. Amplifica su importancia de tal forma que las acusaciones que
se te hacen parezcan refutarse y los temas de fondo no lleguen a
discutirse.
Distrae a tus oponentes etiquetándolos y ridiculizándolos con
títulos como “conservadores”, “radicales”, “terroristas”,
“conspiranoicos”, “racistas”, “fanáticos”, “liberales” “pervertidos
sexuales”, “ateos”, “fundamentalistas”, “homofóbicos”, etc.
Pega y corre. En cualquier foro público haz un ataque a tu oponente
(puede ser una persona o un tema) o a su posición en cierto asunto de
forma que puedas retirarte sin que el oponente pueda contestar la
acusación. Esto puede hacerse en programas de televisión antes de un
corte o en Internet ignorando los comentarios (o editando) de los
usuarios y de tu oponente.
Cuestiona los motivos. Tergiversa o amplifica todo hecho que pueda
sugerir que tu oponente opera bajo una agenda personal oculta.
Recurre a la autoridad. Conserva tu autoridad o arrógate de algún
tipo de autoridad o experiencia para presentar tu argumento con
suficientes tecnicismos y jerga minuciosa para ilustrar que eres
“alguien que sabe”.
Hazte el tonto. Aunque haya evidencia o lógica en un argumento,
evita discutir ciertos temas deslegitimándolos, invalidando toda
discusión.
Asocia a tus oponentes con noticias viejas o acusaciones pasadas.
Esto es especialmente útil antes de una discusión o un evento en el que
podrías ser cuestionado. Haz que tu equipo prepare una acusación y
fíltrala a los medios poco antes.
Haz falsas confesiones. Confiesa un mal menor de manera candorosa
para ganarte la simpatía de los demás como alguien que se responsabiliza
de sus actos. Esto sirve como una distracción de los verdaderos temas
que quieres evitar. (Un ejemplo de esto a gran escala podría ser
WikiLeaks, donde es posible que el mismo sistema corrupto que WikiLeaks
expone haga una especie de confesión de sus “pecados menores” haciendo
creer a las personas que lo que se filtra sontodos sus pecados o
conductas corruptas y no hay nada más grave, descalificando, por
ejemplo, los ataques del 9/11).
Los enigmas no tienen soluciones. Llena de giros, contradicciones y
detalles complejos una situación para que parezca demasiado difícil de
resolver. Esto hará que la verdad se pierda entre el arsenal de
desinformación o que el público pierda interés.
La lógica de Alicia en el país de las maravillas. Utiliza
regresiones y disgresiones para evitar llegar al punto de un tema que te
es incómodo.
Exige soluciones completas. Evita los asuntos concretos requiriendo
que tus oponentes solucionen el crimen (o el asunto en cuestión)
completamente. Argumenta que antes de solucionarse este asunto (el cual
es demasiado complejo) todo lo que se discuta son suposiciones.
Llega a conclusiones alternativas moldeando los hechos. Esto
requiere cierta creatividad y es básicamente una forma de alterar las
piezas de un rompecabezas para que formen la figura que necesitas.
Haz desaparecer la evidencia o los testigos. Esta es una de las
técnicas más usadas por la élite más poderosa: cuando detectan que
alguien está a punto de hablar o cobrar importancia (y tiene un discurso
incómodo) simplemente se le hace desaparecer (pon tu el ejemplo que
quieras, hay varios a lo largo de la historia).
Cambia de tema. Utiliza comparsas o colegas a través de los cuales
puedas cambiar el tema (estos sujetos pueden o no saber que son parte de
esta estratagema). Esta es una variación de la típica técnica del chivo
expiatorio, sólo que prefabricada.
Emocionaliza y antagoniza. Si estás a punto de ser atacado lleva la
discusión a temas emocionales o antagónicos que cautiven la atención de
los demás. De igual modo, toca puntos sensibles en tus oponentes que
puedan generar respuestas emocionales que los haga perder el control.
Esto también puede usarse para distraer, argumentando que tus oponentes
son ”demasiado sensibles a la crítica”.
Pide pruebas imposibles. Lleva la discusión hacia el requerimiento
de pruebas como exigencia para seguir discutiendo un tema, y pide
pruebas que sean demasiado difíciles de obtener pero que tengan una
cuota de relevancia sobre el tema que se discute.
Evidencia falsa. Introduce nueva información o pistas diseñadas para
entrar en conflicto con lo que presenta tu oponente. Esto es útil para
neutralizar temas sensibles e impedir su resolución.
Alude a una investigación legal o de algún cuerpo de poder que pueda
investigar los hechos. Seguramente al ser parte del sistema podrás
influenciar lo que se dice en el caso y lo que se filtra a los medios,
así como obtener una resolución benéfica. Esto te dará mayor
legitimidad. Esto puede usarse también como un movimiento ofensivo al
llevar a alguien inocente a un proceso judicial (este persona puede ser
un enemigo o simplemente alguien mediático que acapare la atención del
público).
Crea una nueva verdad. Crea tu propio panel de expertos, autores,
líderes etc., o coopta a los existentes para forjar a través de una
investigación científica o académica una nueva versión de los hechos o
un tema que pueda distraer a la opinión pública. Esto te permitirá, si
es que llegas al punto de tener que discutir el tema que quieres
evitar, conseguir autoridad.
Crea eventos de distracción masiva. Similar a los anteriores —sólo
que explícitamente—, crear historias en las noticias que acaparen la
atención pública como una novela de suspense es una de las tácticas de
desinformación más usadas (por ejemplo: El fenómeno OVNI, los mineros
chilenos, etc.).
Silencia a tus críticos. Utiliza tu poder para sobornar o chantajear
a las personas que tienen información negativa sobre ti o que se
interponen en tu camino. (Esto es también una práctica común de las
empresas en el caso de la competencia para bloquear innovación
científica que va en contra de sus intréses económicos).
Desaparece. En caso de que las cosas se pongan demasiado calientes
en la cocina, simplemente date a la fuga. Tus conexiones te mantendrán
escudado y podrás vivir en un paraíso fiscal, gastándote el dinero del
erario tranquilamente. Y, ¿quién sabe? Tal vez en unos años, con la
memoria de corto plazo de la sociedad y tu capacidad de ingeniería de la
opinión pública, puedas regresar como si nada hubiera ocurrido.
Visto en Pijama surf, del post original, al que he realizado algunas
correcciones a la traducción.
Artículo original de Fernando Tellado: Las 25 Reglas de la desinformación política http://tellado.es/las-25-reglas-de-la-desinformacion-politica/
Artículo original de Fernando Tellado: Las 25 Reglas de la desinformación política http://tellado.es/las-25-reglas-de-la-desinformacion-politica/
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