Estas son algunas reflexiones que aparecieron después de escuchar durante media hora a Elisa Carrió diciendo cualquier cosa, con conclusiones basadas en proposiciones falsas a las cuales mi querido profesor de Lógica, don Colaccili de Muro hubiera calificado de "razonamientos falsos" y faltos de respeto. Pero como si uno dice "todos los gatos son grises, todos los grises son espías mexicanos, por lo tanto todos los gatos son espías mexicanos" y ningún periodista le repregunta si desayunó con algo raro, la señora puede pronosticar apocalipsis, crisis, muerte, renacimiento y cualquier otra cosa, que nadie le dirá otra cosa más que "¿Qué quiere agregar?"
Después de escucharla a la fuerza, uno comienza a pensar que su éxito en TV, radio, diarios y revistas proviene de las barbaridades que dice sin ponerse colorada o de algún otro interés por parte de los medios. O tal vez sea porque su maravilloso talento para el marketing -como el profesor de la palabra fea en el pizarrón- le permite atraer siempre la atención, aunque sus palabras suenen huecas e ilógicas.
Ahí es cuando uno se pone en el lugar de un empresario PyME, que quiere hacer conocer su producto y luego de meditar por días, meses, años, comienza a poner publicidad en un medio. Uno se acuerda más o menos de los precios y sabe que en un diario de circulación interesante, una media página sale 10.000 pesos, por dar una cifra que seguramente queda corta. En una revista, una página puede costar 6.000 pesos. Ni hablar de lo que le pueden costar un spot en un programa de radio con una audiencia interesante o en TV, donde cada segundo se paga mucho, mucho dinero. Las grandes empresas, nacionales o extranjeras, tienen que disponer de presupuestos enormes para quedarse con esos segundos o minutos de radio y TV o con los centímetros en los diarios y revistas, o al menos con los afiches callejeros.
Sin embargo, hay una señora que ha mostrado una enorme capacidad para tener publicidad gratuita, a razón de una o dos horas diarias de TV, otro tanto en radio y muchos centímetros cuadrados en diarios y revistas. La señora Elisa Carrió, cuya billetera seguramente debe ser bastante más corta que su ingenio, ha conseguido que cualquier cosa que diga sea reproducida hasta el hartazgo.
Es cierto que los exabruptos le sirven casi tanto como los títulos de tapa a la revista Noticias. Uno abre la publicación de la editorial Perfil con la idea de encontrar la información que aparece en tapa y no está. O está canibalizada. O no hay fuentes. Uno escucha a Carrió hablar media hora en el noticiero de TN y no sabe si reír o llorar. Uno supone que un empresario Pyme o el gerente de Marketing de una gran empresa debe pensar “¿En qué me habré equivocado yo?”, cada vez que soporta los exabruptos de Carrió, luego reproducidos religiosamente por cuanto medio haya en el país.
Pero también es cierto que la pereza mental o el miedo a la competencia -que tiende a desaparecer en los medios argentinos- hace que luego nadie deje de reproducirlo. De esa manera, puede decir cualquier cosa, con cualquier énfasis y sabe que millones de pesos en centímetros, minutos y segundos de medios estarán a su disposición. Difícilmente alguna vez llegue a Presidenta, porque como destruye todo lo que arma, seguramente no podrá. Pero cualquiera sea el próximo presidente, hay que crearle una cartera específica: Ministerio de Marketing Oficial. Será un éxito. ¿O no? Si, seguramente, si hasta en un humilde blog como Prensa y Etica, le hemos dado un lugarcito.
Postdata: Un prestigioso consultor de nombre Alejandro suele decir que cuando en un seminario observa que no le están prestando atención, basta con decir o escribir "culo" para saber quiénes son los que atienden y quiénes son los que están pensando en otra cosa. Carrió es admirable: Siempre encuentra una forma original de decir "culo".
6 comentarios:
Ruben:
Soy un ignorante absoluto de arte, pero en este post no escribiste, pintaste un retrato. Más precisamente, algo de estilo Botero, no tanto por el volumen físico de tu modelo, sino por el narcisismo que porta.
Te mando un Abrazo
P.S.: recomendaría no guardarle un lugar en tu blog, seguramente haría marketing en contra...
Buen post. Pero hay gente que hace marketing en serio. Esta mujer no hace márketing (que en todo caso sería comunicar sus virtudes), esta mujer hace PROPAGANDA en la peor acepción posible de la palabra.
Ministra de guerra y propaganda sería en todo caso.
Y si no eso, degustadora.
FC
Hola. Si el marketing es operar sobre el mercado y agregar valor a la marca por encima del producto, no creo haberme equivocado. Y no dudo de que haya gente que hace marketing en serio. Justamente me referí al marketing porque sólo mediante un trabajo inteligente se puede lograr que alguien cuyos valores, para mi, son bastante dudosos, tenga una marca valiosa.
De todos modos, supongo que te referís a otra cuestión y es que la señora no está allí sólo porque pueda decir cualquier cosa, sino porque hay quienes ponen dinero para usarla como ariete.
Gracias por pasar y opinar, Nerd Progre.
Y a vos también, Sujeto de la Historia.
Hola!
No intenté refutar el post, ni rebatirlo, para nada.
Simplemente decir que si pensamos en marketing puede ser centrandose en sus virtudes, o hacer marketing negativo hablando mal de la competencia.
Carrió sólo sabe hacer propaganda negativa en contra, demonizar al adversario.
Pero valores propios tiene muy pocos. Es más dentro de su partido la han calificado de autoritaria....
Saludos,
FC
Es un placer.
Nerd: Había leído tu post, pero ahora lo leí con mayor detenimiento. Me convenciste.
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