Frases de cabecera

-"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido." Malcolm X.

marzo 21, 2011

Orígenes del gremialismo en prensa


Faltaban todavía algo más de 26 años para que el entonces presidente Perón promulgara (Foto) el Estatuto del Periodista, una gran reivindicación de los periodistas, aunque tal vez una de las leyes más violadas por los empresarios de prensa. Apenas había pasado una década del primer Centenario, en el que la más rancia oligarquía porteña se esforzó por mostrar su “hispanidad”, denostar a los imigrantes que habían traído de Europa sus ideas anarquistas, socialistas y luego comunistas  y ocultar los crecientes conflictos sociales que traía aparejado el modelo agroexportador. Crítica ya tenía más de seis años de vida y los verpertinos intentaban modernizar el periodismo argentino.

Desde los primeros años del siglo los periodistas habían hecho intentos por organizarse para luchar por sus salarios y por sus reivindicaciones y una de las primeras medidas de fuerza fue, justamente, allá por 1919, protagonizada por trabajadores gráficos y periodistas del diario La Prensa. Allí los precursores de la organización gremial comenzaron a conocer las miserias y las grandezas que caracterizarían al sindicalismo de prensa.

...“en 1919 Octavio Palazzolo y un grupo de periodistas reunidos en la pieza de un conventillo porteño en el que tenía su sede la Federación Gráfica Bonaerense, realizan el primer intento de un movimiento gremial dando forma a la creación del Sindicato de Periodistas y afines, obreros gráficos y periodistas adscriptos a la FORA”, SEGÚNM DIJO EL PERIODISTA Y ESCRITOR Santiago Senén González (hijo). Palazzolo era amigo del linotipista y cuadro del sindicalismo revolucionario Sebastián Marotta, quien le sembrara la inquietud, aunque el sindicato tendría una corta existencia.
Entre los que participan de la iniciativa se encuentra Santiago Senén González (padre) y otros periodistas enrolados en el Partido Socialista, los que emprendieron una acción conjunta que se proponía llegar a la huelga en caso de que sus demandas fueran rechazadas.
Los gráficos tenían pendiente con una empresa la aceptación de su pliego de condiciones, y resolvieron sumar a su demanda la reincorporación de dos compañeros periodistas que habían sido despedidos de sus lugares de trabajo. En junio del 46, en un congreso luego de constituida la Federación Argentina de Periodistas, Palazzolo, por entonces presidente de la FAP, recordará aquellos hechos como parte de las primeras acciones concretas, pero también con la amargura de los primeros fracasos, al manifestar: “Los periodistas habíamos hecho un alto en el camino, preguntándonos por primera vez ¿qué éramos? ¿Constituíamos una clase especial, como pertenecían algunos intelectualistas? ¿Teníamos algo en común con el resto de los trabajadores?”, se cuestionaba el dirigente. Los medios gráficos de comunicación habían cambiado. Se habían profesionalizado. La prensa se introducía en el mercado, abonando los viejos cánones y las inquietudes políticas. “En ésa transformación –seguía Palazzolo- habíamos perdido la categoría de desinteresados difusores de ideas, para convertirnos en una ruedita más del organismo.”

En aquella lucha inicial, preparados y de acuerdo, los obreros gráficos y los periodistas enviaron a sus delegados gremiales a negociar sus condiciones con el propietario de la empresa. El patrón les notificó la aceptación del pliego de condiciones de los gráficos, pero rechazó la reincorporación de los compañeros periodistas, descalificando su trabajo. Se les dijo, peyorativamente, que a los periodistas se los reemplazaba con ordenanzas de la casa…El secretario de la Federación Gráfica Bonaerense procedió entonces a anunciar que el diario no saldría, porque las causas de los periodistas eran comunes a las del gremio. La huelga se prolongó por espacio de una semana.

Luego, una parte del personal periodístico y administrativo fue presionado para suscribir una nota de adhesión al empleador. “Alentado por este hecho, -recordaba Don Pala- el empleador mantuvo una actitud negativa mientras la Asociación del Trabajo, entidad patronal, creada para adiestrar y reclutar “krumiros” (rompehuelgas), preparaba a un equipo de linotipistas. Finalmente la huelga se perdió y obreros con más de 25 años de trabajo quedaron en la calle. Estos sucesos pusieron en evidencia que los empleadores no estaban dispuestos a negociar con la representación gremial. Los periodistas decidieron entonces seguir la pelea por otros canales: necesitaban el reconocimiento de sus derechos laborales para obligar así a los empresarios a reconocer su labor y su fuerza”.

Nota: Relata el autor que lo que no dijo Senén González fue que la medida de fuerza fue tomada contra el diario La Prensa.

Fuente: Parcero, Daniel. Los trabajadores de prensa. Ladrilleros del periodismo, (1891/2010). Volumen I. Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 2010. Texto realizado para la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN).

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