Foto: Télam |
En la España de las protestas, los acampes, los ajustes económicos impuestos por el FMI y la decadencia generada por la ambición desmedida y la falta de escrúpulos del sector financiero, el Partido Popular (PP) se quedó con una mayoría de distritos y, aquí va lo más importante, con la mayoría de los votos independientes y/o indecisos en las encuestas previas. El policía bueno del FMI, el Socialismo Obrero Español (PSOE) perdió parte de sus votos a manos de Izquierda Unida (IU) la fuerza que, al parecer, podría en el futuro canalizar algo de las protestas de las plazas.
La falta de profundidad en los análisis sobre lo que estaba ocurriendo en la España del ajuste y, sobre todo, la ya tradicional falta de encuadre histórico de parte de los medios -salvo honrosas excepciones- hicieron ver al movimiento de los indignados sólo como una expresión de rebeldía contra la burocracia política. Decimos "sólo", porque en sus consignas y seguramente en la voluntad de quienes salen a protestar existe tal objetivo, pero en la práctica, en el corto plazo, el mayor beneficiario es el PP.
¿Quién gana a su vez con el voto masivo al Partido Popular? El ajuste, ni más ni menos. La socialdemocracia europea aceptó sumisamente desde los años 80 su rol de trabajar con la derecha y hablar con la izquierda. El esquema les funcionó sin problemas. Las declaraciones de los líderes de los partidos socialdemócratas europeos en favor del ajuste económico en los países del Tercer Mundo, su participación en las intervenciones militares de los Estados Unidos y sus declaraciones izquierdistas abstractas, más cercanas a los demócratas de Nueva York que a los republicanos de la vieja España, no han sido una novedad de los últimos dos o tres años. Felipe González fue un adalid del ajuste en los países periféricos y del lobby de las empresas.
La experiencia de la privatización de Aerolíneas Argentinas es un símbolo del papel estratégico del PSOE. El saqueo comenzó en Madrid, con Iberia -que se llevó a Europa todo el material que tuviera valor- y se completó aquí en el nuevo continente, con American Airlines, empresa que se quedó con lo que los españoles habían olvidado, como el sistema de computación. Gobernaba el socialismo, vale la pena decirlo.
Pero si el PSOE cumple el papel de hablar con la izquierda y trabajar con la derecha, el Partido Popular es mucho más descarnado, porque habla y trabaja con una sola mano, la de hierro, que no propone para los manifestantes de las calles de distintas ciudades de España un cambio para que cese la marginalización de los sectores medios sino más ajuste económico, transferencia de riquezas de abajo hacia arriba y, a lo sumo, una mayor participación española en la promoción del ajuste en los países periféricos , mayor control en las fronteras para el ingreso de africanos e inmigrantes de América latina y políticas más concesivas con los bancos.
Ahora la responsabilidad de los manifestantes de Madrid, Barcelona y otros distritos de España es mayor. Tendrán que mostrar que su protesta va en serio y que no se queda en la maravilla de los discursos bonitos. Si quieren cambiar, tendrán que mostrar ahora que no se volverán a casa, contentos porque perdió un gobierno. Perdió el policía bueno, ganó el policía malo. Tendrán que mostrar que están más allá de la votación de ayer, que quieren cambiar la historia. No basta con decir que se es independiente, hay que demostrar la independencia no es una herramienta para los que gobiernan siempre, gane quien gane.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario